La policía efectuó un registro en la sede surcoreana de Volkswagen, en Seúl, en el marco de la investigación sobre el escándalo de los vehículos equipados con motores trucados, anunció un portavoz del constructor alemán.

La agencia surcoreana Yonhap indicó que los agentes se llevaron discos duros y documentos.

Los registros se extendieron a otras oficinas de Volkswagen en la capital y a los domicilios de ciertos responsables de los controles de calidad.

“Nosotros dijimos que cooperaremos completamente en la investigación y no hemos cambiado de posición”, declaró a la AFP un portavoz de Volkswagen.

El gigante alemán afronta procesos judiciales en varios países tras reconocer que había instalado programas informáticos trucados en 11 millones de coches en el mundo para que parecieran menos contaminantes de lo que eran.

En noviembre, el Gobierno surcoreano ordenó a Volkswagen que revisara 125.500 vehículos diésel vendidos en el país y le infligió una multa de 14.100 millones de wones (11,5 millones de euros).