La organización humanitaria estadounidense Casa Alianza denunció este domingo que en Honduras existen escuadrones de exterminio para provocar el temor en la población e instó al gobierno a detener la “matanza” de niños y adolescentes, víctimas de la criminalidad.

Casa Alianza reaccionó así luego que presuntos pandilleros mataron a tiros y a quemarropa a cinco adolescentes, tres niñas y dos niños de entre 13 y 16 años, en la populosa colonia Hato de Enmedio, al este de Tegucigalpa.

Los fallecidos pertenecían a una sola familia y se dedicaban a recoger basura en el vecindario para reciclarla.

Es la sexta masacre que se registra en lo que va de 2016.

“Esta nueva matanza de produce en un contexto hostil para la niñez y la juventud porque los registros de la violencia demuestran que al menos 81 niños y jóvenes son asesinados mensualmente en el país y que más del 98% de los crímenes quedan en la total impunidad”, señaló Casa Alianza en un comunicado entregado a la AFP.

La organización instó al gobierno a detener el asesinato de niñas y jóvenes e investigar “a profundidad los escuadrones de exterminio que sistemáticamente llevan adelante una estrategia de limpieza social con la finalidad de generar temor entre la población”.

La ONG indicó que el gobierno del presidente Juan Orlando Hernández ha errado su política de erradicar la violencia en el país, donde son asesinados casi un centenar de jóvenes al mes.

Para la organización “es evidente que la estrategia de seguridad implementada por el actual gobierno ha fracasado en proteger a la población y además es cara, ineficiente e ineficaz ya que le cuesta la vida a miles de hondureños”.

Para Casa Alianza, “el actual gobierno maquilla las cifras con relación a los hechos violentos con el afán de dar una imagen distinta de lo que realmente sucede”.

Según cifras de ministerio de Seguridad el índice de homicidios bajó en 2015 a 56,7 por cada 100.000 habitantes de los 75,1 de 2013 y 67,5 de 2014, cuando la tasa promedio mundial es de 6,3.

Fundada en 1981, Casa Alianza es una organización sin fines de lucro dedicada a rehabilitar y defender a jóvenes pobres de México, Guatemala, Nicaragua y Honduras. Es la filial latinoamericana de Covenant House con sede en Nueva York.