Este jueves 28 de enero se cumplen 30 años desde la tragedia del transbordador Challenger, hecho que marcó para siempre la historia de la carrera aeroespacial, y que es considerado como el peor accidente en la conquista del espacio.

Ocurrió en 1986, cuando a las 11:38 hora local, la aeronave despegó desde el Centro Espacial Kennedy de Florida. A pesar de que originalmente se tenía previsto para el 22 de enero, diversos problemas causaron que progresivamente la misión se fuera retrasando.

El principal objetivo de la tripulación era el de poner en órbita los satélites TDRS-B y SPARTAN-Halley, además de realizar otras tareas de investigación.

Christa McAuliffe

Christa McAuliffe

La primera profesora en ser enviada al espacio

Millones de personas alrededor del mundo siguieron por televisión el despegue de esta fatídica misión, incentivados por un particular hecho: dentro de los 7 tripulantes, iba Christa McAuliffe, profesora de una escuela secundaria y que se transformaría en la primera maestra en ser enviada al espacio.

Luego de varios años dedicados a la docencia, en 1985 McAuliffe se enteró del “Proyecto Profesor en el Espacio” de la Nasa, creado con el objetivo de fomentar el interés de los estudiantes por las ciencias y el espacio. Christa postuló junto a 11 mil aspirantes más, y en julio de aquel año fue seleccionada como candidata principal para la misión.

Wikimedia Commons

Wikimedia Commons

Tras ser escogida como la flamante especialista de carga de la misión del transbordador espacial, la entusiasta profesora comenzó un intenso entrenamiento similar al que seguían los demás astronautas, dentro de los que se incluían vuelos en aviones de entrenamiento de gravedad cero además de aprender técnicas para el manejo de carga útil.

El resto de la tripulación del Challenger estaba compuesta por el Comandante Francis Scobee, el Piloto el Comandante Michael Smith y los especialistas de misión: el Dr. Ronald McNair, el Teniente Coronel Ellison Onizuka, la Dra. Judith Resnik y el compañero especialista de carga Gregory Jarvis.

Wikimedia Commons

Wikimedia Commons

Accidente transmitido en directo por televisión

Luego del despegue del Challenger desde la plataforma, todo parecía normal. Sin embargo 72,5 segundos después del lanzamiento, un chorro de fuego junto con potentes gases incandescentes hicieron contacto con las paredes del tanque de combustible, lo que provocaría que el transbordador se viera envuelto en una enorme bola de fuego, desintegrándose casi en su totalidad. Increíblemente, la cabina de los tripulantes permaneció casi intacta.

A pesar de que nunca se ha podido corroborar cuántos de los tripulantes siguieron con vida hasta este punto, investigaciones posteriores confirmaron que varios se mantuvieron vivos incluso después de esta fragmentación, muriendo producto del impacto en el océano después de una larga y brutal caída desde una altura de más de 15 mil metros que duró cerca de dos minutos.

Wikimedia Commons

Wikimedia Commons

A pesar de que el equipo encargado de investigar el accidente, llamado “Comisión Rogers”, aseveró que era “poco probable” que alguno de ellos se hubiese mantenido consciente luego del impacto en el aire, posteriormente se supo que al menos cuatro de los miembros activaron los sistemas de suministro de oxígeno, e incluso que se auxiliaron mutuamente.

La profesora tenía previsto impartir dos clases desde el espacio que iban a ser transmitidas a los alumnos. Estaba casada y tenía dos hijos.

Su memoria continúa viva

Después del accidente se hicieron diversos homenajes y reconocimientos en honor a Christa. Un asteroide fue nombrado “(3352) McAuliffe”, mientras que diversas escuelas en Latinoamérica, incluyendo una en Chile, fueron bautizadas con su nombre.

Diversos documentales han tratado el tema de la tragedia centrándose en la vida de McAuliffe, mientras que prestigiosas publicaciones le han dedicado extensos reportajes.

Wikimedia Commons

Wikimedia Commons

Cada 28 de enero, cientos de estudiantes de Estados Unidos le rinden homenaje a la maestra.

En el año 2004 recibió de forma póstuma el máximo galardón que pude recibir un astronauta de la Nasa: la medalla de honor espacial, otorgada por el Congreso de Estados Unidos.

McAuliffe era originaria de Concord, la ciudad más grande del condado de Contra Costa en California. Las autoridades locales decidieron construir un planetario que fue llamado con su nombre. Posteriormente, rebautizado “McAuliffe-Shepard Discovery Center”, para honrar también de esta manera a Alan Shepard, el primer estadounidense en viajar al espacio quien también era oriundo de esa localidad.

En el año 2007 la también profesora Barbara Morgan, quién inicialmente formó parte del equipo que junto a Christa McAuliffe sería designada a la misión del Challenger, se transformó en la primera maestra en viajar al espacio, a bordo del transbordador Endeavour.

A continuación puedes revisar un video con el momento exacto del accidente.