Una manifestación no autorizada contra los recortes presupuestarios en el ámbito de la cultura degeneró el sábado por la noche en Ginebra, donde varias tiendas, bancos y edificios fueron vandalizados, anunció este domingo la policía.

Varios comercios de lujo y bancos amanecieron con sus escaparates rotos o cubiertos de grafiti, y la fachada del Gran Teatro, que data del siglo XIX, con manchas de pintura negra y proyecciones de varios colores.

Entre los grafitis se podía leer: “Los ricos son feos” o “A la mierda esta sociedad”.

“Los daños son considerables”, declaró a la AFP un portavoz de la policía de Ginebra, Jean-Philippe Brandt.

La manifestación fue convocada en las redes sociales para protestar contra los recortes a la cultura alternativa, mientras que los grandes organismos conservan sus subvenciones.

Los convocantes llamaron a “tomar la calle para que sea otra cosa que un espacio de circulación de automóviles y de escaparates de lujo”. “Tomamos la calle porque el futuro de nuestros lugares de fiesta y de cultura está amenazado”, rezaba la convocatoria.

Denunciaban que “el estado de Ginebra subvenciona en gran parte el Gran Teatro, un lugar de cultura burguesa que practica tarifas inaccesibles para la mayoría”.

La manifestación comenzó en torno a las 22:00 locales, y en ella participaron unas 400 personas, aunque la mayoría de daños fueron causados por unas 30, según el portavoz policial.

La policía intervino para detener el avance de los manifestantes pero no llevó a cabo ninguna detención. “Ahora habrá un trabajo de investigación para tratar de dar con los principales participantes”, señaló el portavoz.

En una declaración al diario La Tribune de Geneve, el jefe del departamento de seguridad de la ciudad, Pierre Maudet, se declaró “furioso y escandalizado por esta destrucción intolerable”. “Estamos ante una banda de alborotadores ‘profesionales’”, acusó, estimando que “ahora hay que juzgar y condenar severamente a los autores”.