A puertas cerradas, sin ser televisado a través del canal del Senado y sin permitir el acceso a la prensa, la Comisión del Trabajo de la Cámara Alta despachó con importantes divergencias al interior del propio oficialismo, el proyecto de Reforma Laboral, en una maratónica sesión que se extendió hasta altas horas de la madrugada.

Las principales diferencias entre el gobierno y los parlamentarios de la Nueva Mayoría estuvieron centradas en la indicación que otorgaba al empleador amplias atribuciones para modificar turnos y horarios y hacer “adecuaciones necesarias” en el marco de una huelga, indicación que desde la CUT y sectores de la Nueva Mayoría fue interpretada como una apertura al reemplazo interno en caso de huelga.

La indicación fue modificada por los parlamentarios oficialistas y su aprobación se produjo tras una extensa reunión entre la ministra Ximena Rincón y los senadores Juan Pablo Letelier, Carolina Goic y Adriana Muñoz.

El senador y presidente de la comisión del Trabajo del Senado, Juan Pablo Letelier, explicó que la indicación aprobada elimina cualquier ambigüedad que pueda ser interpretada como una apertura al reemplazo interno en huelga.

La ministra del Trabajo, Ximena Rincón, defendió la redacción original de la indicación que establece que el derecho a huelga es propio de los trabajadores y no de los puestos de trabajo. Rincón adelantó que el Gobierno repondrá el contenido total de la indicación cuando el proyecto de Reforma Laboral se discuta en la sala del Senado.

Esta fuerte divergencia fue criticada por el senador de Renovación Nacional, Andrés Allamand, quien manifestó que el rechazo de los senadores oficialistas a las indicaciones del gobierno, es la aceptación del “chantaje” de la CUT.

Pese a la importancia que tiene el proyecto de Reforma Laboral, su discusión y votación se produjo a puertas cerradas en la comisión del Trabajo del Senado y su importante debate tampoco fue televisado a través del canal del Senado.