Las autoridades confirmaron la demolición del gimnasio del Liceo A-21 de Talcahuano por por problemas de diseño y construcción, aunque no se asumieron responsabilidades. Desde el Ministerio de Educación se entregarán los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado.

Con palabras como “molestia, indignación y dolor” calificó el alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra el sentir municipal frente a la demolición a la que se verá sometido el gimnasio del Liceo A-21.

La autoridad comunal dejó en claro, eso sí, que el mandante de las obras es el Ministerio de Educación y señaló que ya se estableció la instalación de camarines provisorios, el acondicionamiento de un patio techado y la recuperación de multicanchas, para lo que se firmará la próxima semana un convenio para que el Mineduc traspase los recursos al municipio.

Saavedra aseguró que se perseguirá a los responsables, descartando tener injerencia en este mal resultado.

Por su parte, el seremi de Educación, Sergio Camus, recordó que el preinforme recibido por su parte será ratificado por el documento del IDIEM. Consultado por la responsabilidad que le cabe a su cartera, señaló que “no hubo antecedentes para dudar de los profesionales que el Mineduc contrató”.

Camus fue enfático en que aquí la responsabilidad es de los privados, por lo que anunció se perseguirán responsabilidades también por medio del Consejo de Defensa del Estado.

Ahora, junto con las medidas de mitigación anunciadas por el municipio, se deberá volver a fojas cero, y destinar los recursos para un nuevo proceso de licitación del diseño de un nuevo proyecto de Gimnasio durante el primer semestre 2016, para lo que el Seremi de Educación aseguró los recursos necesarios.

El costo de esta infraestructura fue de alrededor de 700 millones de pesos en total, de los cuales 500 millones fueron aportados por el Consejo Regional del Bío Bío. El costo de la demolición está aún calculándose.

Sin embargo, el costo social es para los estudiantes de la educación pública de Talcahuano.