Como una derrota para el Gobierno y, en particular, para el ministro del Interior Jorge Burgos fue vista la negativa del Senado de visar el nombramiento de Enrique Rajevic como contralor general de la República, tras ser propuesto por la presidenta Michelle Bachelet.

Fue el mismo Burgos quien señaló a la mandataria el nombre de Rajevic como candidato para ocupar el puesto que ocupa de manera interina Patricia Arriagada y que dejó Ramiro Mendoza.

Desde el comienzo, el ex militante de la Democracia Cristiana no generó consenso entre los parlamentarios dado los puntos que fueron indicados como controvertidos en su historial.

Entre ellos se encuentra el no pago de la beca que el Mideplan le asignó y con la cual cursó un doctorado entre 2000 y 2003, a lo que se suman asesorías a reparticiones de Gobierno que, para algunos senadores, ponía en duda la probidad con la cual asumiría en el cargo de ser ratificado.

“Es cierto que yo le propuse el nombre a la Presidenta, en ese sentido me afecta, pero no es la primera vez que llego bajoneado a mi casa”, señaló el ministro Burgos a La Tercera, descartando haber evaluado una posible renuncia a su cargo si el Senado rechazaba a Rajevic.

Uno de los senadores que podría haber inclinado la balanza era el timonel de la UDI, Hernán Larraín -Rajevic fue su ayudante en un ramo que el gremialista dictaba en la Pontificia Universidad Católica-. Sin embargo, éste finalmente se abstuvo en la votación, lo que estaba en conocimiento de Burgos.

“[Larraín] tuvo la honestidad de decirme en privado, hace un par de días, lo mismo que dijo en la sala”, manifestó el secretario de Estado.

También se contaba con poder lograr los votos favorables del independiente Antonio Horvath y el UDI Iván Moreira. Con este último el propio senador del PPD Guido Girardi mantuvo constantes conversaciones en la jornada de ayer, sacándolo del hemiciclo para estos efectos, sin que prosperaran las tratativas.

Eso sí, Burgos manifestó que hasta este miércoles contaba con un visto bueno entre los senadores, el que era fundamental para dar luz verde al nombramiento. Este voto finalmente lo perdió.

“Hasta [ayer] tenía el voto que necesitaba. Por WhatsApp el senador me comunicó su cambio de opinión. Antes tuve otro par de votos, pero por diversas razones no prosperaron”, afirmó, sin individualizar al parlamentario en cuestión.

Ese parlamentario hubiera sido clave para La Moneda, ya que se lograron 21 de los 22 votos que se necesitaban para la ratificación. Solo resta que la presidenta entregue otro nombre para someterlo a la aprobación de la Cámara Alta.