Trabajadores del Hospital Santa Elisa de Mariquina, lamentaron que el Obispado de Villarrica decidiera poner fin a la administración del recinto de salud. A su juicio ni el Estado ni la Diócesis asumen sus responsabilidades por el tema.

Con molestia reaccionó Lorena Navarro, la presidenta del sindicato de trabajadores del Hospital Santa Elisa de Mariquina, al enterarse que la diócesis de Villarrica decidió poner fin a la administración del recinto de salud a partir de 2016.

La dirigente expresó que no puede ser que durante todos estos años el Obispado se hiciera cargo de una responsabilidad que le compete al Estado y ahora decida poner fin al rol que ha desempeñado dejándoles en el más completo abandono.

Navarro señaló que este sábado se realizará una mesa de diálogo entre las partes, donde la Seremi del Trabajo actuará como mediador, asegurando que bajo este nuevo escenario no descansarán hasta buscar una solución definitiva a sus demandas de estabilidad y mejoras laborales.