El Tribunal Supremo israelí suspendió este miércoles la orden de detención administrativa contra el preso palestino Mohamed Allan, actualmente en huelga de hambre, pero decretó que debe seguir hospitalizado.

“Debido la condición médica en la que está el peticionario, este va a seguir en cuidados intensivos”, decretó la corte en un dictamen, al que tuvo acceso la AFP.

“Esto significa que por ahora, dado el estado de salud del peticionario, la orden de detención administrativa no está activa”, agrega el texto.

El caso de Allan, que lleva dos meses en huelga de hambre y cuya vida corre peligro, ha colocado a las autoridades israelíes bajo fuerte presión, ante el temor de que si muere haya una nueva escalada de violencia en los territorios palestinos.

El preso se despertó el martes, tras varios días en coma, y comunicó a los médicos que iba a continuar con su huelga de hambre y que si Israel no resolvía el caso en 24 horas iba a pedir el cese de todo cuidado sanitario y dejaría de beber agua.

La corte estimó que por ahora Allan debe ser tratado como cualquier otro paciente.