El gobierno argentino pidió a Estados Unidos y la Unión Europea (UE) aclaraciones sobre la eventual rehabilitación del general iraní, Ahmad Vahidi, acusado por el atentado contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires que causó 85 muertos en 1994.

El requirimiento fue hecho por el canciller argentino Héctor Timerman en sendas misivas enviadas a John Kerry, secretario de Estado de EEUU, y a Federica Mogherini, Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE.

En las cartas, Timerman alude a una información publicada el 27 de julio por The Wall Street Journal en la que se asegura que el acuerdo nuclear firmado el 14 de julio por las grandes potencias con Irán contempla el levantamiento de las sanciones contra el general Ahmad Vahidi.

Timerman recuerda en el escrito que Vahidi es buscado por Interpol a requerimiento de la justicia argentina en el marco de la causa que investiga el atentado contra la mutual judía AMIA el 18 de julio de 1994.

“Le agradeceré nos de conocimiento si como consecuencia de las condiciones, alcances y efectos pactados que tendrían ese compromiso asumido por la UE o por cualquier otro signatario del acuerdo, quedarían involucrados individuos o acciones vinculadas al atentado a la AMIA”, escribió el canciller, según el texto difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino.

El ataque, en pleno centro de la capital argentina, dejó un saldo de 85 muertos y unos 300 heridos.

Timerman recuerda además que el gobierno de la presidenta Cristina Fernández había solicitado sin éxito que el tema de la AMIA estuviera presente en las negociaciones con Irán sobre el dosier nuclear, que culminaron con la firma de un acuerdo entre Teherán y EEUU, además del Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania.

La justicia argentina acusa a Irán de haber sido autor intelectual del atentado de 1994 e imputó a ocho iraníes, incluidos el general y exministro de Defensa, Ahmad Vahidi, el expresidente (1989-1997), Alí Rafsanjani, y el exconsejero cultural iraní en Argentina, Moshen Rabbani.

Teherán se niega a detener a los inculpados para su extradición y asegura no ser responsable del hecho.