El número de muertos por la ola de calor que vive el sur de Pakistán aumentó el jueves a 800, a la vez que un cielo nuboso y un descenso de la temperatura alivió a los habitantes de Karachi, la ciudad más afectada.

“El número de muertos aumentó a 800, según datos recogidos hasta medianoche”, dijo a la AFP el secretario provincial de Salud, Saeed Mangnejo.

Los cementerios han tenido dificultades para acoger a todos los cuerpos desde el inicio de la ola de calor el pasado fin de semana.

Los hospitales están totalmente movilizados para tratar a las personas que sufren deshidratación o insolaciones.

Después de varios días de temperaturas superiores a los 40 grados, el clima en Karachi, la mayor ciudad del país, refrescó el miércoles, permitiendo a sus habitantes respirar aliviados.

La oficina de meteorología prevé temperaturas de unos 34 grados para este jueves, con un cielo cubierto en un 75%.

La ola de calor coincide con el inicio del mes del Ramadán, durante el cual millones de musulmanes en el país dejan de comer y beber desde el alba hasta la puesta de sol.

Tampoco han ayudado los cortes eléctricos, un problema frecuente en Pakistán, que impiden poner en marcha los ventiladores y aires acondicionados, y ha interrumpido el suministro de agua en Karachi.