El presidente de Estados Unidos Barack Obama seguramente esperaba una cálida recepción de parte de activistas a favor de los derechos de los homosexuales, en particular en la Casa Blanca, pero ello no fue lo que ocurrió este miércoles.

En una recepción para celebrar el mes del orgullo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros) en la llamada Sala Este de la Casa Blanca, Obama fue interrumpido varias veces por un miembro de la audiencia.

“Escuche, usted está en mi casa”, respondió Obama, mientras continuaban los gritos, en español e inglés, de la persona que protestaba en contra de la deportación de migrantes. “No es respetuoso (…) no puedes conseguir una respuesta de mi parte interrumpiéndome de esta forma”, dijo el mandatario.

Cuando quedó claro que su interlocutor continuaría protestando, Obama dijo “¡Qué vergüenza!, y pidió al personal de seguridad que lo expulsaran de la sala. 

Visiblemente molesto, Obama retomó su discurso, pero optó por el sentido del humor con la audiencia: “en general no tengo nada en contra de quienes interrumpen, pero no cuando estoy en mi casa”.