El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, declinó el jueves su precandidatura presidencial dejando el camino libre a su competidor, el gobernador Daniel Scioli, ungido por la presidenta Cristina Fernández como único postulante oficialista para las elecciones de octubre en Argentina.

Randazzo “desistió de participar como precandidato a presidente de la Nación y no ha querido participar como candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires. No obstante, sigue como ministro”, informó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al ingresar a la Casa Rosada.

La decisión de Randazzo fue tomada luego de que la mandataria inclinara la balanza en favor de Scioli, quien sorprendió la noche del martes al anunciar que su compañero de fórmula será Carlos Zannini, ideólogo y principal operador político del gobierno desde la Secretaría de legal y técnica.

La presencia de Zannini en la fórmula de Scioli, que encabeza las encuestas para los comicios generales del 25 de octubre en las que la señora K no puede aspirar a la reelección, marca un intento de asegurar la continuidad del proyecto de centroizquierda iniciado hace 12 años.

Randazzo, quien exhibe una gestión eficiente y se lo veía como el precandidato más afín a la Presidenta pero desfavorecido en los sondeos, mantuvo el miércoles una larga reunión con Kirchner de la que se retiró sin hacer declaraciones.

El sábado cerrará la inscripción de candidatos para las primarias generales y obligatorias del 9 de agosto.

Medios de prensa especularon con que la mandataria ofreció a Randazzo que se postulara a gobernador de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito del país, puesto que ocupa actualmente Scioli, pero el ministro había anticipado en varias ocasiones que sólo le interesaba la carrera a la presidencia.