La policía italiana intentaba dispersar sin miramientos en la tarde del sábado a unos 200 migrantes congregados muy cerca de la frontera con Francia, que les niega el ingreso a su territorio desde hace dos días, constató la AFP.

Los policías italianos, con cascos, viseras y escudos, intentaban rechazar a los migrantes hacia la ciudad italiana de Ventimiglia, a cinco kilómetros del paso fronterizo.

Un oficial de policía, que solicitó permanecer en el anonimato, dijo que la policía procuraba alejar a los migrantes de la frontera, con el fin de llevarlos en autobuses a centros de acogida de la provincia de Imperia, de la que forma parte Ventimiglia.

Unos cincuenta hombres se negaban a dirigirse hacia Ventimiglia y se refugiaron en las rocas. Algunos gritaban: “¿Dónde están los derechos humanos?”, después de que los empujaran los policías italianos.

No obstante, la mayoría de los migrantes aceptó las órdenes de la policía y salió a pie en dirección de un túnel por el que pasa la carretera que va hacia Ventimiglia.

Previamente, este mismo sábado, un centenar de migrantes, bloqueados en la frontera con Francia, se habían manifestado con carteles escritos en inglés que decían “Necesitamos documentos”, “Necesitamos libertad”, “Necesitamos pasar” o “Respuesta política de la Unión Europea”.

Los migrantes vienen en particular de Somalia, Eritrea, Costa de Marfil o Sudán, afirmó a la AFP un joven que dijo llamarse Mohamed y haber nacido en 1992 en Sudán.

En los últimos siete días, una cifra récord de 1.493 migrantes indocumentados fueron detenidos por las fuerzas de seguridad francesas en la región fronteriza con Italia, indicó el prefecto Adolphe Colrat, representante del gobierno en el departamento francés de los Alpes Marítimos.

Un total de 1.097 migrantes fueron enviados nuevamente a Italia, indicó Colrat.