Aviones de la coalición liderada por Arabia Saudí bombardearon por primera vez posiciones rebeldes en la capital de Yemen el martes, tras la tregua de cinco días, lo cual pareció disipar la esperanza de solucionar políticamente el conflicto.

Una conferencia de paz para Yemen bajo la égida de la ONU prevista para la semana próxima fue suspendida a causa de los combates que, según fuentes de Naciones Unidas han provocado al menos 1.850 muertos y más de medio millón de desplazados.

El martes pasado finalizó una conferencia de tres días en Riad, tras la que se manifestó el respaldo al gobierno yemení en el exilio del presidente Abd Rabo Mansur Hadi, una reunión que fue boicoteada por los grupos rebeldes.

Arabia Saudí y sus aliados reanudaron su campaña de bombardeos el lunes de madrugada, con incursiones contra Adén, la segunda ciudad del país, y acusaron a los rebeldes de haber violado el alto el fuego que finalizó el fin de semana.

Los ataques de este martes sobre la capital alcanzaron al complejo donde se encuentra el palacio presidencial y varias bases de las fuerzas leales al ex presidente Alí Abdalá Saleh, quien apoya los rebeldes hutíes.

Testigos indicaron que uno de los objetivos bombardeados fue una base de lanzamiento de misiles de la Guardia Republicana en Faj Atán, al sur de Saná, donde el mes pasado una serie de explosiones mató a 38 civiles.

Los aviones de la coalición también atacaron las bases de defensa aérea y de guardacostas en la provincia de Hodeida, en las costas del Mar Rojo, según estos testigos.

Las organizaciones de Naciones Unidas y de ayuda humanitaria abogaron por una extensión de la tregua, la primera desde el comienzo de la campaña aérea iniciada en marzo pasado para restaurar a Hadi en el poder.

No obstante, el portavoz de la coalición, el general de brigada Ahmed al Asiri, acusó a los rebeldes de haber violado la tregua.

“No respetaron la tregua humanitaria”, había dicho a la AFP.

Suspenden negociaciones propuestas por ONU

Un encuentro previsto en Ginebra entre los diferentes grupos políticos yemeníes, bajo patrocinio de la ONU, fue postergado de manera indefinida.

“Parte del problema consiste en que la lucha se ha reanudado otra vez más”, dijo el portavoz de la ONU, Farhan Haq.

“Queremos que los combates se detengan de manera definitiva y entonces podremos organizar e invitar a los representantes a la conferencia”, añadió.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, abogó por “un alto el fuego permanente”, según el portavoz.

Además, el portavoz del departamento de Estado norteamericano, Jeffrey Rathke, elogió a Arabia Saudí por no haber tomado represalias por lo que describió como una violación del cese el fuego por parte de los hutíes.

“Los hutíes bombardearon al territorio saudí en numerosas ocasiones durante la tregua. Creemos que los saudíes hicieron un ejercicio de moderación durante esta tregua, lo que permitió que los alimentos, el combustible y toda la ayuda humanitaria llegaran a los ciudadanos yemeníes más vulnerables”, destacó.

Rebeldes ‘secuestran’ ayuda

Irán, aliado clave de los rebeldes chiitas hutíes, hizo un llamado a poner fin a los “bárbaros” bombardeos saudíes, y señaló que Riad no es un lugar adecuado para las conversaciones de paz.

Ali Akbar Velayati, asesor de Relaciones Exteriores del líder supremo iraní, ayatolá Ali Jamenei, dijo a la prensa en Beirut que hay que poner “fin a las incursiones bárbaras saudíes que tienen como objetivo a civiles yemeníes inocentes”.

Naciones Unidas, citando los servicios de salud yemeníes, afirmó que hasta el 15 de mayo murieron al menos 1.850 personas y 7.394 resultaron heridas desde el comienzo de los ataques aéreos a fines de marzo.

El alto el fuego permitió que llegaran suministros de gasolina y alimentos a Yemen, pero grupos antihutíes acusan a los rebeldes de haber confiscado la ayuda humanitaria.