Existen personas que en busca de la mayor productividad posible parten el día practicando una rutina de ejercicios, leyendo las noticias, revisando su correo y preparando un buen desayuno. Es una buena meta, sin embargo, debe partirse por una rutina más simple si se quiere generar cambios duraderos. El camino a la productividad puede comenzar con cinco sencillos pasos que ni siquiera interferirán en tu mañana ya que sólo te quitarán unos pocos minutos de la noche.

Tal como lo señala el artículo de Business Insider, se trata de ayudarte a ti mismo, sacrificando media hora antes de dormir, para agradecerlo al día siguiente ¡Vamos, un poco menos de revisión al muro de Facebook en la cama!

Cada una de estas acciones te quitarán un par de minutos, a excepción de la última, sigue leyendo para conocerla:

1) Anota tus tres obligaciones más importantes

Probablemente antes de cerrar los ojos quieres relajarte y en lo último que quieres pensar es en esa cuenta que debes pagar mañana, o en ese apunte por fotocopiar para el examen. Pero créelo, lo agradecerás en la mañana: cuando te levantes con una mente despistada y somnolienta te premiarás por haberte dado el tiempo de poner frente a ti, con claridad, tus principales obligaciones del día. Ahora son un importante aspecto menos sobre el cuál pensar.

Leo Babauta, creador de los “Hábitos Zen“, explica que se trata de las tres cosas que sí o sí deben cumplirse en el día, no necesariamente se trata de las únicas por hacer. Se trata de despertar conociendo tus prioridades.

2) Registra la “basura mental” del día

¿Sientes que te estás acostando y preparando para dormir con poca claridad en tus pensamientos? Siempre existen cosas no resueltas y pensamientos al azar que estorbarán con tu sueño y con tu capacidad para ordenar las ideas y las actividades del día. Por ello, y siguiendo el paso anterior, el consejo es que anotes y registres la “basura mental” de tu día.

Escribir aquello que te molesta te ayudará a liberar a tu mente para que se concentre en aquello realmente importante. No descartes anotar ideas que te parezcan “tontas” o muy intrascendentes, pues al verlas con distancia, en uno o dos días, puede cambiar tu impresión.

3) Revisa el tiempo y elige tu ropa

Ahórrate ese tiempo que pierdes revolviendo tu armario o tu closet en la mañana. Ya no será necesario asomarse por la ventana para ver cómo viene el día, la consigna sigue siendo la misma: mientras más puedas hacer en la noche, más te agradecerás en la mañana.

Una segunda función que puedes darle a este paso es la de motivarte con la ropa que elijas. Por ejemplo, llevas días pensando en salir a trotar, entonces deja tu buzo y tus zapatillas ordenados a la vista, por la mañana al ver tu ropa allí, frente a ti, te la pensarás dos veces antes de volver a postergar.

4) Ordena tu bolso, cartera, mochila o maletín

Siempre salimos de casa lo más liviano que podemos, pero durante el día vamos acumulando papeles, basura y muchas cosas que no son necesarias en nuestro bolso o maletín. Antes de dormir revísalo y límpialo, como ya estás en eso aprovecha de pensar que necesitarás al día siguiente y ponlo allí de inmediato. Nada mata más tu productividad como el hecho de olvidar tus materiales, si dejaste en tu casa la carpeta con los papeles de la oficina, el apunte del examen, olvídate de producir como esperas hacerlo.

5) Relájate con tu actividad favorita

Ahora sí estás listo para irte a dormir con la tranquilidad de que mañana, al menos, comenzarás bien el día. Sólo te queda enfocarte en un buen y necesario descanso y no hay nada que te asegure un sueño reponedor como el hecho de ir a a la cama completamente relajado.

Esto ya es elección propia, quizás quieras hojear un poco de tu libro favorito, o ver el último capítulo de Game of Thrones, sólo trata de no perder mucho tiempo y de que una vez que encuentres la relajación, la aproveches y cierres los ojos. Nunca es tarde para ser más productivo.