El presidente estadounidense, Barack Obama, decidirá “en los próximos días” sobre la permanencia de Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo, dijo este domingo el secretario de Estado, John Kerry.

Obama sostuvo el sábado un encuentro histórico con su par cubano Raúl Castro -con quien se reunió durante más de una hora al margen de la VII Cumbre de las Américas que tuvo lugar en Panamá- buscando dar vuelta la última página regional de la Guerra Fría y enterrar más de medio siglo de hostilidad.

Pese a las expectativas, Obama no ha anunciado si atenderá el reclamo de La Habana de retirarlo de esa lista, que integra desde 1982 por albergar a separatistas vascos de la ETA y rebeldes colombianos de las FARC, y que también incluye a Siria, Sudán e Irán.

Kerry reconoció que tras un prolongado análisis, el Departamento de Estado hizo una recomendación a Obama al respecto, aunque se negó a divulgar el contenido de la misma.

“Voy a brindar al presidente la libertad que se merece… para que pueda tomar su decisión con base en la recomendación que le hicimos”, dijo Kerry a la cadena CBS.

“(Obama) tomará su decisión en los próximos días, mientras el proceso inter-agencias trabaja sobre lo que hemos evaluado”, agregó.

Estados Unidos y la isla comunista de Cuba rompieron relaciones diplomáticas en 1961, el año de nacimiento de Obama.

Más de medio siglo después, Raúl Castro y Obama asombraron al mundo al anunciar el pasado 17 de diciembre que buscarían restaurar los lazos diplomáticos, tras 18 meses de negociaciones secretas y desde entonces el Departamento de Estado trabaja con la diplomacia cubana para ello.

Cuba ha reclamado ser retirada de la lista de países que apoyan al terrorismo, algo que le ha impedido acceder a un sistema bancario mundial.

Por su parte, Washington exige que, de reabrir su embajada en La Habana, sus diplomáticos tengan contacto libre con la disidencia cubana.

Se tenía la esperanza de que los dos países restablecieran sus relaciones diplomáticas antes de la Cumbre de las Américas de Panamá, pero Obama reconoció allí que ambos tienen “visiones muy diferentes”.

No obstante, Obama reconoció: “Estamos en condiciones de avanzar en un camino hacia el futuro y dejar atrás algo de las circunstancias del pasado que han dificultado que nuestros países se comuniquen”.