En el cementerio de Penco fueron exhumados los restos que se presume pertenecen a Mario Ávila Maldonado, asesinado tras su detención en 1973. El ministro Carlos Aldana ordenó una prueba de ADN para confirmar la identidad de la víctima.

El juez especial para causas por violación de derechos humanos en Concepción, quien dirigió la diligencia, explicó por qué las dudas sobre la identidad de los restos que hasta ahora se creía eran los del militante de la Juventud Socialista.

La exhumación y las pruebas genéticas son clave para establecer la exacta responsabilidad de los dos procesados hasta ahora en la causa. Los carabineros en retiro Héctor Aburto y Carlos Burdiles enfrentan procesamientos sólo por el delito de apremios ilegítimos.

En la diligencia, a cargo de personal del Servicio Médico Legal de Santiago, estuvieron presentes familiares de la víctima, entre ellas Marina Avila Maldonado, quien se refirió a lo que esperan de la justicia.

La exhumación junto a otras pesquisas a cargo de la PDI son las últimas en el sumario por el crimen de Avila Maldonado, enmarcado en el caso Quebrada Honda, donde se investigó la ejecución de tres miristas en el sector del camino que une Penco y Tomé.