Como un campo de batalla tras un enfrentamiento. Así es el estado en el que quedan las calles de Valparaíso posterior a la celebración de Año Nuevo en el plan de la ciudad que atrae a miles de turistas para presenciar el espectáculo pirotécnico más grande de América del Sur.

Para muchos porteños, sin embargo, la alegría y el jolgorio hiperbólico que repletan el puerto son sinónimo de toneladas de basura y deben lidiar con botellas, bolsas de plástico o los indeseables desechos orgánicos de los mismos visitantes.

Cansados del desolador panorama que inevitablemente enfrentan, los porteños han decidido apelar a la higiene de quienes concurrirán a la gran fiesta. Con mensajes que invitan a celebrar “decentemente” y peculiares ilustraciones, los vecinos esperan que el llamado surta efecto y contribuya a disminuir los cerros de basura que ya se han convertido en una triste tradición posterior al inicio del año.

El 1 de enero de 2014 el municipio debió encargarse de recolectar 200 toneladas de basura, cifra que dobló la cantidad de residuos del año anterior.