La Marina italiana logró este miércoles de madrugada llevar a buen puerto a unos 900 migrantes que viajaban hacinados en un carguero a la deriva en el mar Adriático, poniendo fin a una increíble odisea.

La Marina Militar logró evitar así una nueva tragedia en alta mar tras el incendio registrado el domingo en un ferry cerca de las costas de Albania, que dejó al menos 13 muertos, y posiblemente muchos más.

El “Blue Sky M”, un carguero con pabellón moldavo, llegó la madrugada del miércoles a Gallipoli (sureste de Italia), donde las autoridades se hicieron inmediatamente cargo de centenares de migrantes clandestinos, constató la AFP.

“Se ha evitado una hecatombe, más de 900 migrantes rescatados en un barco con el motor bloqueado que se dirigía hacia las costas de Apulia”, se felicitó el miércoles el servicio de guardacostas italiano en Twitter.

Porque sin su intervención, el barco, abandonado por su tripulación, iba a estrellarse contra las rocas, agregaron.

Según los medios de comunicación italianos, a bordo del barco iba una mujer embarazada a punto de dar a luz. Pero esta información no pudo ser confirmada el miércoles, como tampoco la nacionalidad de estos migrantes, que según la prensa local son en su mayoría de origen sirio.

La policía y las autoridades marítimas tratan ahora de entender cómo cientos de personas pudieron quedarse a la deriva en un carguero de esta manera.

Algunos barajan la hipótesis de los piratas traficantes de indocumentados, obligados a abandonar el buque tras una primera alerta dada cerca de las costas de Grecia, pero tampoco de esto hay ninguna confirmación a este respecto.

La odisea, que no se sabe aún dónde comenzó, tomó ribetes dramáticos el martes frente a la isla griega de Corfú donde, según medios de prensa helenos, el barco envió un SOS debido a la presencia a bordo de “hombres armados”.

Alertadas, las autoridades marítimas griegas intervinieron e inspeccionaron el buque.

Carrera contrarreloj

Una fragata, un helicóptero de la marina militar griega y dos patrulleras de la policía portuaria fueron despachados al lugar. Una responsable de la oficina de prensa portuaria dijo a la AFP que tras la inspección, se determinó que no había “ningún problema [mecánico] y nada sospechoso en el barco”.

Según las autoridades, el “Blue Sky M” tenía como destino el puerto de Rijeka, en el norte de Croacia. Sin embargo, poco después cambió de rumbo para dirigirse hacia la costa italiana.

Fue entonces cuando intervinieron las autoridades italianas y enviaron un helicóptero y una patrullera de la Marina Militar a controlar el carguero.

“Personal de [el servicio de] guardacostas a bordo del carguero a la deriva con 700 migrantes”, había anunciado por la noche la Marina Militar italiana a través de su cuenta de Twitter, antes de revisar al alza el número de migrantes.

Descubren entonces que el barco no está a la deriva, sino que se dirige con el motor bloqueado hacia la costa. Comienza entonces “una carrera contrarreloj para evitar lo peor”, explicó el miércoles un responsable de los guardacostas, Filippo Marini.

Los seis hombres que suben a bordo logran desbloquear el motor y cambiar in extremis el rumbo de la embarcación, que se encontraba a menos de 5 millas náuticas (unos 9 km) de la costa.

Algunas horas después el carguero atracó en un muelle. Fue el final del calvario para este cerca de un millar de clandestinos.

Este nuevo episodio del drama de la migración clandestina, casi permanente desde hace meses en el mar Mediterráneo, se produce después de otra tragedia, la de un ferry cuyo incendió causó 13 muertos, incluidos dos marinos mercantes albaneses que acudieron a ayudar.

Las autoridades marítimas italianas, griegas y albanesas llevaron a cabo el domingo una enorme operación de salvamento para evacuar este ferry a la deriva en el Adriático, el “Norman Atlantic”.

El martes en Brindisi, unas decenas de kilómetros al norte de Gallipoli, decenas de hombres, mujeres y niños pudieron tocar finalmente tierra, socorridos ellos también por la marina italiana tras casi tres días en el mar, expuestos al frío y a fuertes lluvias.