Que fue creado por Estados Unidos, que es un arma biológica creada por terroristas, que tiene origen en la brujería y que no existe y es sólo un invento, son algunas de las cosas que se dicen y los rumores que circulan en torno al temido Ébola. Sin embargo, lo cierto es que más de 4.000 personas han perdido la vida a causa de esta enfermedad y todos los países están en alerta ante cualquier indicio de contagio dentro y fuera de sus fronteras.
A estas alturas es de conocimiento general que el ébola se presenta con fiebre, debilidad intensa, dolores musculares, dolor de cabeza y garganta. Luego aparecen erupciones cutáneas, diarrea, vómitos, insuficiencia renal y hepática y en algunos casos, hemorragias internas y externas. Pero ¿cuál es el origen de esta enfermedad?.
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Según la Organización Mundial de la Salud, el virus del Ébola tiene un origen desconocido, “pero las pruebas científicas disponibles apuntan a que los murciélagos frugívoros (familia Pteropodidae) son sus huéspedes más probables”.
La enfermedad, que tiene un periodo de incubación que oscila entre los 2 y los 21 días, se detectó por primera vez en 1976 en dos brotes simultáneos. Uno de ellos fue en una zona remota de Sudán y el otro en la República Democrática del Congo.
El origen
En el artículo “Ébola: Corta y reciente historia de un joven virus”, publicado en 2003 en la Revista chilena de infectología, el doctor Walter Ledermann Dehnhardt, relata que en 1967 llegó a Europa desde Uganda una partida de monos destinada a laboratorios de Alemania y Yugoslavia y que a los pocos días las personas encargadas de remover los deshechos de los animales se enfermaron.
Treinta personas se vieron afectadas por una extraña enfermedad en el plazo de dos meses y siete de ellas fallecieron. Estos contagios se dieron entre personas y también por contacto con teljidos y sangre de los primates.
En el Microbiological Research Establishment, un equipo encabezado por C.B. Gordon Smith realizó las investigaciones que llevaron a determinar la identidad del virus y ubicarlo en la familia Filioviridae. Se le dio el nombre de Marburg, en honor a la ciudad más afectada.
El doctor Walter Ledermann detalla en su artículo que en 1976 se dieron casos similares en África. El primero de ellos fue en la zona de Bumba, al norte de Zaire y afectó a 318 personas, de las cuales falleció el 90%. El segundo caso fue al sur de Sudán -en las áreas de Nzara, Maridi y Lingaru- y afectó a 250 personas, de las cuales falleció un 60%.
Se tomaron muestras del virus y se enviaron a laboratorios de alta seguridad en Estados Unidos, Bélgica e Inglaterra. Los tres coincidieron “en que el virus era morfológicamente igual al Marburg, esto es un Filoviridae, pero seriológicamente distinto”, por lo que se llegó a la conclusión de que se trataba de un nuevo virus.
Este nuevo virus fue llamado Ébola en honor a “un pequeño río de Zaire que fluye hacia el oeste, al norte de Yambuku. De este poblado de Yambuku provenía el infortunado paciente del cual se hizo el primer aislamiento del virus”, relata Ledermann en su artículo.
¿Qué debemos aprender de este brote de la enfermedad?
Según registros de la Organización Mundial de la Salud, entre 1976 y 2012, se han documentado al rededor de 1.850 casos de ébola. Por lo que llama la atención que tan sólo entre marzo y octubre de este año se han presentado 8.936 casos con una tasa de letalidad del 48%.
Es debido a esto que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó una resolución que afirmaba la amenaza que representa el brote para la paz y la seguridad, echando por tierra el mito de que se trataba de “una amenaza remota y geográficamente confinada, una enfermedad lejana de los países africanos pobres”, afirmó la OMS en su sitio web.
La Directora General de la Organización Mundial de la Salud, la Dra. Margaret Chan, señala seis puntos concretos que debemos aprender de este brote de ébola:
1.- El brote pone en evidencia el peligro que plantea la creciente desigualdad social y económica en el mundo, pues los ricos tienen la mejor atención y a los pobres se les deja morir.
2.- El pánico y los rumores se propagan más rápido que el virus, lo que cuesta dinero, debido a los esfuerzos irracionales y descoordinados de la población por evitar la infección.
3.- En sociedades interconectadas e interdependientes como la nuestra, el que un virus devastador y mortal afecte a los más desvalidos y se propague sin control, pone al mundo entero en peligro.
4.- El hecho de que los sistemas y servicios fundamentales de salud sean desatendidos durante décadas, tiene como efecto que la “propagación descontrolada de una enfermedad pueda postrar a un país frágil”. Y agrega que estos sistemas no se pueden establecer durante una crisis, pues se derrumban.
5.- “La enfermedad por el virus del Ébola apareció hace casi 40 años. ¿Por qué los clínicos siguen careciendo de recursos y no disponen de vacunas ni tratamientos? Respuesta: porque la enfermedad siempre ha estado circunscrita geográficamente a naciones africanas pobres”.
6.- El mundo está mal preparado para enfrentar cualquier emergencia de salud pública que signifique una amenaza grave y prolongada.