El cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, sigue intentando ganarse adeptos en China, hablando en público en mandarín y afirmando querer “estudiar la cultura” del país que bloquea el acceso a la red social nacida en California.

Zuckerberg afirmó que estaba aprendiendo chino y habló en mandarín durante un encuentro que mantuvo el miércoles con estudiantes en un anfiteatro de la universidad Tsinghua de Pekín.

“Hola a todos”, dijo al empezar a hablar, sorprendiendo al público, que lo aplaudió.

Lee también: Las personas inestables son quienes más publican en Facebook

“Quiero estudiar la cultura china”, prosiguió. “Estudiar el idioma me ayuda a estudiar la cultura. Por lo tanto, estoy tratando de aprender el idioma. Además, es un reto que me gusta”, dijo Zuckerberg, quien no siempre logró pronunciar en forma correcta lo que decía en mandarín.

Zuckerberg contestó preguntas sencillas que le hizo un presentador durante una media hora sobre, por ejemplo, su color preferido (“el azul”).

No obstante, también habló de temas más complejos, como su visión sobre los fundadores de empresas: “Lo principal es no bajar los brazos” y “creer en la misión” que se quiere llevar a cabo, afirmó.

“Las mejores empresas no las fundó alguien que quería crear una empresa, sino alguien que quería cambiar el mundo”, aseguró.

Un sofisticado sistema de censura bloquea en China cualquier acceso a los sitios considerados “sensibles” y a las redes sociales Facebook y Twitter o la plataforma de videos YouTube.

Se trata de un sistema muy perfeccionado, apodado el “Great Firewall”, un juego de palabras en inglés que mezcla los términos “Gran muralla” (Great Wall) y parafuegos (“firewall”).

Este sistema está destinado a filtrar toda información considerada “sensible” o “políticamente perjudicial” por las autoridades chinas.

Ante esto, Google se retiró parcialmente de China popular en 2010 y llevó sus servidores a Hong Kong.

No obstante, a principios de septiembre, un ciudadano chino demandó ante la justicia a un operador de telecomunicaciones debido al bloqueo del motor de búsqueda estadounidense Google.

Pekín está cada vez más preocupado por la capacidad de internet para influir en la opinión pública y el gobierno está cada vez más incómodo con el incremento de los microblogs.

Así, China también ha prohibido a los usuarios de plataformas de mensajería móvil, como WeChat, brindar públicamente “informaciones políticas” sin autorización.

Numerosos usuarios de internet (China cuenta con más de 600 millones de internautas) suelen usar aplicaciones de mensajería para eludir el control gubernamental sobre la red informática.