La Superintendencia de Medio Ambiente ofició a la Seremi de Salud del Bío Bío para que inspeccione en terreno la planta de celulosa Nueva Aldea debido a una serie de reclamos por emisiones de malos olores.
La investigación, de la cual la Superintendencia está a la espera la entrega de resultados, se registra luego de las constantes denuncias realizadas por los vecinos de Celco en la zona de Ránquil, quienes acusan desde hace meses una intensificación de las emanaciones.
Entre las instalaciones que se ordenó fiscalizar calderas para quema de gases, incinerador de respaldo, válvulas de venteo y alivio operacional. A eso se suma la solicitud de informes al titular de la Planta sobre los niveles de producción diarios de los últimos 4 meses, como también información sobre el cumplimiento de la Norma de Emisión para el control de gases compuestos.
Justamente producto de los olores molestos, los vecinos de diferentes sectores cercanos a la celulosa llevan a cabo una mesa de trabajo, que se constituyó en agosto y que conforman las seremis de Salud y Medio Ambiente, además de Celco.
Carmen Navarrete, presidenta de la junta de vecinos La Concepción, el lugar más próximo a la empresa y donde viven 27 familias, asegura que ya no pueden vivir tranquilos.
De acuerdo a los vecinos, la planta que opera hace 8 años en la zona presentaría diversos inconvenientes técnicos. Agregaron que hace unos dos años se comenzaron las molestias que hoy se agudizan, por lo que pedirán a la autoridad la realización de estudios físicos y sicológicos de la población.
De acuerdo a lo informado por la Superintendencia de Medio Ambiente, la Seremi de Salud del Bío Bío forma parte de la Red Nacional de Fiscalización Ambiental, y en esa calidad iniciará esta investigación por las emisiones de malos olores generados y su afectación a los vecinos.