La Unión Europea (UE) anunció este jueves que verificará la eficacia de los controles antiébola en los aeropuertos de los tres países africanos más afectados por la epidemia, que el Consejo de Seguridad de la ONU tildó de “amenaza para la paz” mundial.

Las verificaciones se llevarán a cabo en esos países con la ayuda de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para poder reforzar los controles, en caso de que fuera necesario, y permitir un mejor seguimiento en la UE de los posibles afectados, explicó el comisario europeo de Salud, Tonio Borg.

Francia y Gran Bretaña ya han decidido instaurar controles de temperatura a los pasajeros provenientes de esos países, que en el aeropuerto de París empezarán el sábado. Por ahora no hay consenso para extender la medida a otros puntos de entrada en la UE.

Esos controles no deben dar “un falso sentimiento de seguridad”, advirtió el jueves la OMS.

Quince países africanos fronterizos o cercanos a la zona más afectada se beneficiarán de una ayuda suplementaria para prevenir la propagación de la epidemia, añadió.

En Madrid, un pasajero de Air France, que sufría temblores durante el vuelo, provocó la activación del protocolo de urgencia para el ébola en el aeropuerto de Barajas.

Seis personas fueron hospitalizadas en España, anunciaron fuentes oficiales, por precaución. De las seis, cuatro presentaban síntomas que podrían ser de ébola, una de ellas un misionero que llegó de Liberia, y que pertenece a la misma orden que los dos religiosos españoles que fueron repatriados con ébola en agosto y septiembre antes de fallecer a consecuencia de la enfermedad.

En Francia los primeros tests de un sospechoso de contagio dieron negativos.

“La progresión sin precedentes de la enfermedad en África Occidental representa una amenaza para la paz y la seguridad internacionales”, aseguró el miércoles por la noche en Nueva York el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.

Según el último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad ha provocado 4.493 muertos de los 8.997 casos diagnosticados en siete países (Liberia, Sierra Leona, Guinea, Nigeria, Senegal, España y Estados Unidos).

La OMS teme un aumento drástico del número de contaminaciones en África Occidental, del millar actual hasta los 10.000 nuevos casos semanales, de aquí al 1 de diciembre.

África tiene que “hacer más”

Frente a la situación de emergencia, el presidente estadounidense Barack Obama anuló todos los viajes oficiales previstos para el miércoles y el jueves y prometió una respuesta “mucho más agresiva” para evitar nuevos casos, tras el contagio de dos profesionales en el Hospital de Dallas, Texas.

Las autoridades sanitarias estadounidenses ven con inquietud este segundo contagio y han confesado que se está preparando para la posible aparición de nuevos casos.

La enfermera que estuvo en contacto con un paciente con ébola tomó un avión a pesar de que informó a las autoridades sanitarias que tenía unas décimas de fiebre.

Africa debe también “hacer más, como continente, para movilizar recursos humanos”, pidió el jueves el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Nkosazana Dlamini-Zuma.

En América Latina, el administrador del Canal de Panamá, Jorge Quijano, declaró este jueves que están preparados desde hace dos meses para enfrentar cualquier caso de ébola que padezca la tripulación de los cerca de 40 buques que atraviesan la vía a diario.

Cuba será sede el lunes de una cumbre presidencial “extraordinaria” de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) sobre el ébola.

Cambiar los comportamientos

La Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, cuyos voluntarios se encuentran en primera línea de fuego en los países más afectados, ha pedido más apoyo sobre el terreno.

Además, ha insistido en la necesidad de comprender el comportamiento de la población para cambiar comportamientos que permitan disminuir el riesgo de contagio, aunque en este caso se trata, reconoció, “de una carrera contra reloj”.

Mientras, en los países más sacudidos por la epidemia parece que nadie se encuentra a salvo. La ministra de Transporte de Liberia, Angela Cassell-Bush, acaba de anunciar que se encuentra en cuarentena tras la muerte de su chófer personal, contagiado de ébola.