Un día después de ser tomados como rehenes, dos agentes penitenciarios fueron liberados este sábado de la prisión brasileña de Piraquara, en el área metropolitana de Curitiba (sur), poniendo fin sin heridos al cuarto motín que se registra en el estado de Paraná en menos de un mes.

“El primer agente fue liberado en torno a las 13H00 de este sábado y el segundo sobre las 16H00″, confirmó a la AFP la asesoría de prensa del gobierno de Paraná.

El motín comenzó en la tarde del viernes en una de las tres unidades del centro penitenciario, donde se encuentran recluidos 325 reos. Según las estimaciones realizadas por la policía y transmitidas por el gobierno de Paraná a la AFP, sólo un 20% de ellos participó de la revuelta.

Los presos amotinados exigían la reubicación en otros penales de algunos internos.

Tras la negociación con las autoridades, en las que participó la policía militar y hasta la propia secretaria de Justicia del Estado, Maria Tereza Uille, se acordó el traslado de 43 internos a otras cárceles, según informaron a la AFP fuentes del gobierno estadual.

Un grupo de 23 presos será trasferido a otras unidades penitenciarias de la ciudad de Curitiba, mientras que otros 10 serán conducidos a centros del interior del estado y otra decena a penales del vecino estado de Santa Catarina.

Éste es el cuarto motín que tiene lugar en Paraná en menos de un mes. El más grave ocurrió entre el 24 y el 26 de agosto en la localidad de Cascavel (oeste del estado) y se saldó con cinco personas muertas y graves destrozos en la unidad penitenciaria.

El siete de septiembre, tres agentes fueron tomados como rehenes durante nueve horas por un grupo de internos del centro de Guarapuava (interior de Paraná).

Tres días más tarde, un guardia carcelario fue retenido en la prisión de Cruzeiro do Oeste (noroeste), a donde habían sido transferidos 124 presos procedentes de la unidad de Cascavel.

“El gobierno de Paraná ha abierto una investigación para estudiar el tema. Los motines no son comunes en nuestro estado. Por lo que hemos visto hasta ahora, los presos no se quejan de una masificación en las cárceles, sino que reclaman ser trasladados de centro por muchas razones, como estar cerca de la familia o huir de amenazas”, explicó a la AFP la asesoría de prensa del gobierno de Paraná.

En Brasil hay actualmente 548.000 presos y hacen falta 207.000 plazas suplementarias para evitar el hacinamiento, según la ONG de derechos humanos Conectas, que trabaja en el tema carcelario.