Argentina no se ha sentado a negociar con los fondos especulativos que ganaron un juicio en Estados Unidos tras el cual está impedida de cumplir con una cuota de su deuda reestructurada, informó este lunes uno de los fondos litigantes, NML Capital.

“NML está en la mesa de negociación, pero Argentina se ha negado a negociar cualquier aspecto de esta disputa”, sostuvo. “La disposición de Argentina a negociar con sus acreedores ha probado ser otra promesa incumplida”, añadió en un comunicado.

“No hay negociaciones en marcha, no las ha habido, y Argentina se ha negado a sostenerlas en el futuro”, sostuvo.

“El gobierno argentino ha optado por poner al país al borde del default”, indicó la firma litigante para cerrar con un mensaje en el que aboga porque Buenos Aires “reconsidere” su postura en este “callejón sin salida”.

Una sentencia judicial de 2012, favorable a las empresas NML Capital, Aurelius, Blue Angel y otros 15 tenedores de deuda argentina en default desde 2001 ya fue refrendada por una corte de apelaciones en EEUU y la Corte Suprema se negó a ver en el caso, con lo cual refrendó de hecho el fallo.

El fallo a favor de fondos especulativos que litigaron en la Justicia estadounidense podría permitir a los fondos especulativos cobrar el 100% de deuda Argentina en default por valor de 1.330 millones de dólares.

Pero además, la decisión implica que Argentina debería pagar al mismo tiempo a los querellantes si le paga a sus acreedores que aceptaron quitas.

El juez del caso, Thomas Griesa, nombró un supervisor para las tratativas.

Argentina rechazó este lunes los presagios de default al estimar que cumplió con los bonistas de su deuda reestructurada porque depositó la semana pasada el dinero de una cuota que vencía en esta jornada. Pero el pago fue frenado por el juez del caso hasta que se resuelva el litigio con los fondos.

Argentina denomina “buitres” a estas empresas, porque compraron la deuda argentina luego de declarado el default, y buscaron cobrar los papeles a través de procesos judiciales.

Buenos Aires se encuentra en una difícil situación: si no paga al 30 de julio, cuando vencería el período de gracia para cumplir con sus tenedores de deuda reestructurada, podría ingresar en un default.