Una ambiciosa reforma tributaria que busca recaudar unos 8.200 millones de dólares, equivalentes al 3% del PIB y destinada a financiar una posterior reforma educacional, fue firmado este lunes por la presidenta Michelle Bachelet en La Moneda.
A la ceremonia llevada a cabo en el Salón Montt Varas del Palacio, asistieron miembros del Ejecutivo, los máximos representantes del Congreso, parlamentarios oficialistas y también miembros de la oposición, como el timonel de RN, Carlos Larraín, y además del empresariado y la CUT.
En la oportunidad, la mandataria explicó que “la meta de recaudación de esta reforma tributaria será de tres puntos del PIB, ello se logrará con cambios en la estructura tributaria que aportará un 2,5 del PIB, y un 0,5 provendrá de medidas para reducir la evasión y la elusión”.
Agregó que la enmienda apunta a conseguir cuatro objetivos claves. “Aumentar la carga tributaria para financiar con ingresos permanentes los gastos permanentes, derivados tanto de la gran reforma educacional que emprenderemos como de otras políticas en el ámbito de la protección social”, precisó.
Además, dentro del primer objetivo, dijo que permitirá cumplir con otro compromiso relevante, como es “financiar el actual déficit fiscal para terminar esta administración con las cuentas fiscales equilibradas”.
“Segundo gran objetivo: mejorar la distribución del ingreso por la vía de una mayor equidad tributaria, el concepto es que quienes ganan más tributan más”, acotó, agregando que el tercer puntos es “introducir nuevos y más eficientes mecanismos de incentivo al ahorro y a la inversión; y el cuarto: disminuir la evasión y la elusión”, puntualizó.
Entre las principales medidas propuestas, la gobernante mencionó “cambios en el impuesto a la renta, que permitirán aumentar la recaudación en particular de las rentas de capital; esto se logrará por la vía de subir gradualmente la tasa de impuesto a las empresas, del 20% actual a un 25% el 2017. Los dueños de las empresas tributarán por la totalidad de las utilidades de sus empresas y no sólo sobre las que retiran, esto implica el término del fondo de utilidades tributables FUT a partir de la operación renta 2018″.
Por otra parte, sentenció que “proponemos reducir la tasa máxima de los impuestos personales del 40% actual al 35%”.
“Ahora, quiero aprovechar de aclararle a la ciudadanía que en el caso de las autoridades, esta presidenta, ministros y ministras, subsecretarios y subsecretarias, senadores y diputados, el proyecto de ley incorpora un impuesto adicional de 5%, que implica que no reduciremos nuestra actual carga tributaria (aplausos). Es decir, que no vamos a legislar para subirnos los sueldos nosotros mismos”, detalló.
Tras esto, la Presidenta hizo ver que “esta reforma no va a frenar el crecimiento económico, por el contrario, sólo puede haber un crecimiento fuerte y sostenido en una sociedad equitativa, que fortalece su capital humano y que crea instituciones públicas de calidad”.
“Y es por la enorme significación que esta reforma tiene para Chile y su futuro que hoy firmamos este proyecto que vamos a presentar mañana a primera hora al Congreso, un proyecto largamente madurado, serio, responsable, con un gran sentido de futuro”, remarcó.
“Por eso quiero convocar aquí a todos los parlamentarios y parlamentarias presentes a que podamos legislar con celeridad y pensando en el interés de Chile y de sus habitantes”, añadió.
El proyecto iniciará esta semana su tramitación con urgencia en el Congreso, donde el oficialismo cuenta con la mayoría suficiente para su aprobación. La propuesta se enmarca en un momento de desaceleración de la economía chilena, marcada por una disminución de las inversiones y por la baja del precio del cobre, del que es el principal productor mundial.