El juicio contra tres argentinos acusados de asesinar a Cassandre Bouvier y Houria Moumni, que se realiza en un tribunal de Salta en Argentina, se centró el miércoles en el parque natural donde las dos francesas fueron encontradas muertas en 2011.

Gustavo Goujon, el hombre que descubrió los cadáveres el 29 de julio de 2011, dos semanas después de la desaparición de las jóvenes francesas, fue el primero en dar su testimonio, y explicó que descubrió un cuerpo violentado en el suelo “a cinco o seis metros” del mirador del parque de la Quebrada de San Lorenzo.

Fue el propio Goujon quien tuvo que dar aviso en la comisaría, ya que el único empleado del parque no sabía cómo actuar en ausencia de su jefe.

El fiscal Félix Elías se basó en este testimonio para denunciar la falta de seguridad en la Quebrada de San Lorenzo, a unos 15 km de Salta.

La propietaria del albergue donde se hospedaban Houria y Cassandre no alertó a las autoridades de la ausencia de las muchachas pese a que habían dejado sus pertenencias en el lugar, por lo que el fiscal Elías pidió al tribunal que preste testimonio.

Gustavo Lasi, 27 años, un ex empleado municipal y guía ocasional en el parque donde trabajaba su padre, violó a Cassandre, 29 años y a Houria, de 24 años, como quedó demostrado con los análisis de ADN.

Lasi admite las violaciones, que asegura haber cometido amenazado por los otros dos acusados, pero niega haberlas matado e incrimina del homicidio a Daniel Vilte, albañil de 28 años, y a Santos Vera, jardinero de 34 años, quienes rechazan la acusación.

De manera recurrente, los debates mencionaron a Walter Lasi, padre del acusado Gustavo Lasi, encargado de dar la última ronda al parque y propietario de la carabina con la que se mató a Bouvier. Este hombre fue apartado de la causa al principio del caso, una decisión incomprensible para los abogados de los otros acusados y de la parte civil.

“Doloroso”

Los padres, hermano y hermana de Houria y Cassandre, presentes en el juicio en Salta (mil 500 kilómetros al norte de Buenos Aires) y cuyos testimonios conmovieron al tribunal el martes, enfrentaron con dignidad las insoportables descripciones y detalles sobre los cadáveres.

“Es mi primera experiencia en un juicio penal, es muy doloroso”, confió el padre de Cassandre, Jean-Michel Bouvier, vestido con una camiseta negra que lleva una inscripción en letras blancas escrita en francés: “Je suis désenfanté”, un neologismo usado para expresar la pérdida de una hija.

Los cuerpos violentados que tenían además impactos de bala y aparecieron semidesnudos, fueron encontrados en el parque privado de la Quebrada de San Lorenzo, donde las dos estudiantes habían llegado unos días antes luego de participar de un coloquio de sociología en Buenos Aires.

Las jóvenes ingresaron al parque el 15 de julio, según la inscripción en el registro y los boleto de entrada. Es la última vez que fueron vistas con vida.

En el registro del parque no figura la hora de salida. Si nadie fue alertado es que un visitante puede salir del lugar sin pasar por el puesto de entrada, advirtió Mariano Olaciregui, responsable de la empresa Pumas Expeditions, concesionaria del parque.

Existen dudas sobre la instrucción del caso y genera interrogantes tanto de parte de los defensores de los acusados como de parte de los querellantes, respecto de las pistas de investigación que fueron abandonadas o privilegiadas.

Las autoridades argentinas y francesas ejercieron en aquel momento una fuerte presión sobre la policía de la provincia de Salta, para que esclareciera el crimen.

La investigación quedó cerrada en un mes, una celeridad poco habitual en un país donde la tasa de esclarecimiento de crímenes es baja.

Muchos habitantes de Salta ponen en duda la versión de los hechos como aparece en la instrucción de la causa, piensan que la investigación fue poco seria y no se analizaron todas las pistas.

“Pienso, y no quiero ser demasiado brutal, que la investigación se frenó en un momento dado porque se tenía un escenario presentable. Pero al mismo tiempo, no significa que haya habido manipulación”, observó Jean-Michel Bouvier.

“El proceso ha sido un poco imperfecto con el fin de hallar rápido a los culpables. Las pistas se perdieron en el camino”, dijo Horacio Morales, abogado de Gustavo Lasi.

El martes, Daniel Vilte fue el único de los tres acusados que declaró para proclamar su inocencia e instó a Lasi a revelar qué ocurrió el 15 de julio de 2011.

Los tres acusados, que cumplen prisión preventiva desde hace dos años y medio, podrían enfrentar condenas a cadena perpetua. El veredicto está previsto para el 16 de mayo.