La fotógrafa y directora de arte estadounidense Suzanne Heintz se cansó de que le preguntaran por qué aún no se casaba y decidió “armarse” rápidamente una familia en respuesta a las presiones y críticas.
El punto cúlmine fue cuando hablaba con su madre y ésta le dijo: “Suzy, no hay nadie perfecto. Sólo necesitas elegir a alguien si pretendes sentar cabeza”. A esta afirmación ella respondió: ”Mamá, no puedo salir a la calle y comprarme una familia. Eso no es posible”. Sin embargo, después de pensarlo un poco, se le ocurrió que quizás sí podía.
Fue así como Heinzt adquirió dos maniquíes de plástico, uno con forma de hombre y otro de niña, para convertirlos en su esposo y su hija, respectivamente y luego incluirlos en el proyecto fotográfico “Life Once Removed”.
Aquí, la artista expuso de forma satírica los típicos recuerdos familiares (viajes, situaciones domésticas, cenas, paseos, etc.), junto a sus falsos seres queridos, a quienes lleva 10 años retratando.
Con esto, Heintz realiza un cuestionamiento en torno a las expectativas sociales de lo que es una familia y la felicidad, usando el humor. “La sátira hace más fácil que una obra de arte sea aceptada y no sea percibida como una simple crítica social”, explica en declaraciones recogidas por la cadena británica BBC.
La artista señaló que con su proyecto ella quiere que “la gente se cuestione el apego que tenemos a las tradicionales expectativas sobre la familia y los hijos”, pues cree que “nos empeñamos demasiado en querer pasar los valores tradicionales a las siguientes generaciones”.
Heinz también señala que en la sociedad actual se considera “plena y feliz” a una mujer cuando ésta se desarrolla en plano profesional, educacional y familiar. “Si uno de estos elementos no funciona parece que hay algo en vida que no está bien”, opina.
“Para muy poca gente la vida acaba siendo como esperaba y a los que sí les sucede eso, lo que esperaban no es lo que pensaban que era”, afirma.
Por ello, espera que las personas sean más abiertas de pensamiento y no esperen a cumplir con la concepción actual de “éxito”, para sentirse felices. Ella recomienda aferrarse con alegría a la vida, independiente de si se casaron o no, si tienen un título profesional o tiene mucho o poco dinero.
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