El Colegio de Profesores expresó este viernes su preocupación y malestar por la designación como subsecretaria de Educación de Claudia Peirano, argumentando que ésta genera desconcierto y cuestionamientos en el mundo educacional, los cuales pudieron evitarse si dicho cargo lo ocupase alguien con “afinidad ideológica con el programa” de gobierno de Michelle Bachelet.

Frente a esto, llamaron a “cambiar el nombre de Peirano” por otra persona comprometida con las medidas planteadas por la próxima mandataria.

El organismo manifestó, por medio de una declaración pública, que “desea expresar su profunda preocupación y malestar por el nombramiento de Claudia Peirano como subsecretaria de Educación del futuro gobierno. Tal designación ha generado gran desconcierto en el mundo de la educación y un clima de cuestionamientos que pudo evitarse si se hubiese considerado que la elección de las autoridades, además de cumplir con criterios como la idoneidad profesional y las capacidades políticas, especialmente debe mostrar afinidad ideológica con el programa, pues toda designación da muestras del sentido en el que se avanzará para dar cumplimiento a un determinado programa de gobierno”.

En la misma línea, los docentes manifestaron que la designación “no es consistente con las ideas contenidas en el programa de gobierno, pues sus vínculos con el mercado de las Agencias Técnicas Externas, sus asesorías a sostenedores privados o sus divergencias públicas con las demandas del movimiento social, son elementos insoslayables a la hora de analizar la significación de su nombramiento”.

“Como Colegio de Profesores creemos que la señal que se está enviando mediante la designación de la señora Peirano como subsecretaria no es la correcta. El futuro gobierno no puede comenzar, en una cartera tan delicada como será educación, con acciones que pueden ser interpretadas como gestos hacia los sostenedores y defensores del actual modelo”, agregó el magisterio.

Según la organización, “es evidente que existirán diversos grupos de interés pugnando por orientar en tal o cual sentido la reforma educacional, pero nos parece un despropósito introducir en el mismo seno del ministerio a una representante de dichos grupos”, agregando que “el futuro gobierno tiene como obligación dar señales claras de autonomía e independencia respecto de estos grupos, lo que en el caso de educación, debe expresarse en cambiar el nombre de Peirano por alguien que esté realmente comprometido con las transformaciones que propone el programa de la Nueva Mayoría”.

“Si bien Claudia Peirano podría eventualmente deshacerse de sus vínculos con los grupos de interés, ello no resuelve el problema de fondo, cual es su incompatibilidad ideológica con las transformaciones que Chile demanda y requiere, y que el futuro gobierno y la presidenta Bachelet han comprometido”, concluyeron.