Con tranquilidad se tomó el diputado electo Giorgio Jackson la solicitud de la Fiscalía al Servicio Electoral para verificar si firmas de su candidatura validadas por la notaría de Gloria Acharán presentan algún tipo de anomalía.

Mientras, el ex candidato presidencial, Tomás Jocelyn-Holt, afirmó que el ex líder estudiantil debería reconocer que no todas sus firmas fueron presenciales y dejar de preocuparse del impacto que esto puede causar a su imagen.

Fueron 2.241 firmas las que recolectó el líder del movimiento Revolución Democrática al momento de presentar su candidatura por el distrito Santiago en el Sevicio Electoral el 16 de agosto pasado. Más del triple de las 597 que exige la ley.

Sin embargo, este proceso no ha estado exento de la polémica, especialmente luego de que la Fiscalía Centro Norte pidiera al Servel el registro de firmas para determinar si hubo algún tipo de anomalía en las rúbricas validadas por la notaría de Gloria Acharán.

Recordemos que esto es debido de la investigación por presuntas irregularidades en las firmas de los candidatos independientes Tomás Jocelyn-Holt y Franco Parisi, acreditadas en las notarías de Gloria Acharán y Roberto Mosquera.

Sin embargo, el ex líder estudiantil se mostró tranquilo. En conversación con nuestro medio asociado CNN Chile, Giorgio Jackson afirmó que tienen una copia de la cédula de identidad de todas las personas que firmaron para validar su candidatura.

Afirmó que ve personas que buscan hacer de esto un argumento más político que legal.

El abogado de la notaria Gloria Acharán, Gonzalo Bulnes, afirmó que no tienen problemas con entregar toda la información solicitada por los tribunales y reiteró que todo esto se trata de una vendeta política de un medio de comunicación escrito.

Mientras, el ex candidato presidencial, Tomás Jocelyn-Holt, afirmó que el ex líder estualintil debería reconocer que no todas sus firmas fueron presenciales y dejar de preocuparse del impacto que esto puede causar a su imagen.

Jocelyn-Holt además defendió la integridad y la la buena fe con la que actuó la notaria Gloria Acharán en el proceso de la recolección de las firmas.