El Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo este miércoles que está “decepcionado” de que el presidente palestino, Mahmud Abas, “no haya condenado” los recientes ataques contra israelíes. En tanto, una ONG puso en tela de juicio la legalidad de las represalias tomadas en Gaza.

Un israelí que trabajaba en el mantenimiento de la valla de seguridad con la banda de Gaza murió el martes por un disparo de un presunto ‘francotirador’ palestino, tras lo cual el ejército hebreo respondió con una serie de ataques, en los que murió una niña de tres años y otras seis personas resultaron heridas.

Un policía israelí fue apuñalado el lunes por un palestino al norte de Ramala, en la Cisjordania ocupada.

“Los ataques terroristas de los últimos días son resultado directo del odio transmitido por la prensa y en las escuelas palestinas”, afirmó Netanyahu en un comunicado.

Asimismo, se manifestó “decepcionado porque el presidente Abas no hubiera condenado los recientes actos de terrorismo, como debería esperarse de un interlocutor en negociaciones por la paz”.

Mahmud Abas gobierna las zonas autónomas de Cisjordania, pero no así la banda de Gaza, controlada por el movimientos Hamas desde 2007.

El primer ministro israelí asumió el resultado de los ataques aéreos, con carros blindados e infantería, contra Gaza. “Yo no aconsejé a nadie que nos probara. Lo que hicieron lo han pagado, y quienes lo hagan (en el futuro), lo pagarán”, escribió el martes de noche en su página en la red social Facebook.

Sin embargo, la organización israelí de defensa de los derechos humanos B’Tselem puso en tela de juicio la “legalidad” de las represalias de su ejército que, con disparos de obús desde carros de combate, acabó con la vida de Hala Abu Sabija, de apenas tres años de edad, e hirió a varios miembros de su familia.

Los ataques israelíes alcanzaron varios objetivos en el este de Gaza, así como dos posiciones del brazo armado de Hamas, en el centro del territorio palestino, indicaron testigos en el lugar.

Por otra parte, este miércoles, la agencia de la ONU de ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA) denunció la destrucción por parte de Israel de construcciones palestinas en Cisjordania, en plena Navidad, y exhortó a que se ponga fin “inmediatamente a estas demoliciones administrativas”.

“La UNRWA condena las últimas demoliciones en Cisjordania, las más recientes la víspera misma de Navidad, que provocaron el desplazamiento de 68 personas” declaró en un comunicado Chris Gunness, portavoz de esta agencia de la ONU.

Hasta ahora, al menos 1.103 palestinos han sido desplazados en 2013 por estas demoliciones “que violan el derecho internacional” de 663 construcciones, entre ellas 250 viviendas en Cisjordania y Jerusalén este, según el texto dado a conocer por la UNRWA.