Al menos 160 combatientes insurgentes y del ejército regular murieron en dos días en combates en la Ghuta oriental, al este de Damasco, indicó este domingo una ONG opositora.

Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los rebeldes intentan defender su principal bastión al este de la capital y romper el asedio impuesto desde hace meses por el ejército, que recientemente sumó numerosos éxitos en la provincia de Damasco.

La batalla del viernes estalló cuando centenas de rebeldes y yihadistas atacaron los retenes y posiciones del gobierno en al menos cinco localidades de la Ghuta oriental.

En los combates murieron al menos 55 rebeldes sirios, entre ellos siete jefes de batallones, y 41 yihadistas del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL) y el Frente Al Nosra, en su mayoría extranjeros, indicó el OSDH.

Las fuerzas gubernamentales perdieron a 36 soldados, 20 milicianos chiitas iraquíes de las brigadas Abu Fadl el Abbas y ocho integrantes de la Defensa Nacional, una fuerza paramilitar.

En los combates, en los que también participan tropas del movimiento chiita libanés Hezbolá, murieron además cinco periodistas-ciudadanos que cubrían la batalla.

La Ghuta oriental es una región ubicada al este de Damasco, donde el 21 de agosto pasado se produjo un ataque con armas químicas que causó la muerte de centenas de personas.

La oposición y las potencias occidentales acusaron de ese ataque al gobierno del presidente Bashar al Asad.

Después de haber recuperado una serie de localidades al sur de Damasco, el ejército sirio concentró sus esfuerzos en la Ghuta y, sobre todo en Qalamun, una región estratégica al norte de Damasco y fronteriza con Líbano.

El martes pasado el ejército se apoderó de Qara y la batalla continúa en las localidades de Yabrud y Deir Attiya.

La reconquista de la región de Qalamun por parte de las tropas del gobierno bloquearía el aprovisionamiento y la infiltración de rebeldes a partir de Líbano.

Desde marzo de 2011, cuando comenzó la rebelión que se transformó en guerra civil, la represión, los atentados y los combates causaron la muerte de unas 120.000 personas.

Mientras en Siria prosiguen los combates, las grandes potencias y la ONU continúan con sus tratativas tendientes a organizar una conferencia de paz en diciembre en Ginebra.