Por lo menos 24 personas, entre ellas diez niños, murieron el domingo en atentados, en particular en un doble atentado suicida contra una comisaría de policía y una escuela vecina en el norte de Irak, indicó un responsable local.

Cinco policías y diez escolares resultaron muertos por estas explosiones, causadas por un coche bomba, en la aldea chiita turcomena de Qabat, a poca distancia de la frontera con Siria. El ataque dejó también 44 heridos.

La explosión en la escuela provocó el derrumbe del techo del edificio.

Por otra parte, en Bagdad, un kamikaze se hizo explotar matando a nueve peregrinos chiitas e hiriendo a 20, un día después de que otro ataque similar se cobrara la vida de otros 49 peregrinos correligionarios, informaron fuentes oficiales.

El sábado, varios actos de violencia –además del ataque contra los peregrinos chiitas en Bagdad– , entre ellos un atentado suicida en un café en el norte de la capital, dejaron en total por lo menos 73 víctimas mortales.

Desde hace varios meses, el país padece una espiral de violencia interconfesional entre chiitas y sunitas, casi sin precedentes desde la retirada en 2011 de las tropas estadounidenses.

Desde principios de año más de 4.850 personas han muertos en ataques y enfrentamientos en todo el país, según un balance establecido por la AFP basándose en fuentes policiales y médicas. De ellas, 150 murieron solamente desde principios de octubre.