El Gobierno constituyó una mesa técnica, integrada por el sector bancario y los gremios de la agroindustria, para evaluar el impacto de las heladas registradas en septiembre, desde la región de Atacama hasta el Maule.

Desde el mundo agrícola calificaron las bajas temperaturas como “un verdadero terremoto blanco” y adelantaron que el 25% de la producción frutícola se podría perder.

No antes del 15 de octubre se conocerá, en profundidad, la magnitud del daño que provocaron las heladas registradas durante la segunda quincena de septiembre, en las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y el Maule.

Así lo confirmó el ministro de Agricultura, Luis Mayol, luego de reunirse con autoridades de las carteras de Economía y Trabajo, además de representantes de BancoEstado, la Corfo, la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras y la Sociedad Nacional de Agricultura.

Este grupo de trabajo, según agregó Mayol, deberá levantar la información sobre los pequeños, medianos y grandes empresarios agrícolas afectados por las bajas temperaturas y el impacto que esto tendrá en las exportaciones, el crecimiento y el mercado laboral.

El ministro de Agricultura explicó que esta contingencia climática tendrá un impacto negativo, especialmente, en el sector frutícola, aunque las consecuencias no están, todavía, muy claras.

Estimaciones preliminares de la Federación de Exportadores de Fruta, Fedefruta, dan cuenta de que un 25% de la producción se perdería debido a las bajas temperaturas.

El mercado laboral también se vería perjudicado, según indicó el ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet, quien adelantó algunas medidas que podría implementar su cartera.

Desde el sector bancario, Roberto Palumbo, vicepresidente de BancoEstado, se comprometió a que ningún tipo de ayuda, como repactaciones de deuda, irá acompañado de un aumento en la tasa de interés.

Pese a que el Gobierno habla de cerca de 600 millones de dólares en pérdidas, la Sociedad Nacional de Agricultura, SNA, estima que la cifra asciende a los mil millones de dólares.

La percepción también es disímil respecto de las plazas laborales que están en peligro. Según la SNA, hasta 150 mil personas podrían perder su trabajo.

La organización gremial enfatizó que las especies más afectadas son los frutos de carozo, tales como uvas, duraznos y almendros; y las hortalizas y flores, con la diferencia que estas últimas se pueden ubicar nuevamente en el mercado en dos o tres meses más, no así las frutas, que tienen producción anual.

El presidente de la SNA, Patricio Crespo, solicitó, al Gobierno y a la banca, subsidios a la mano de obra, prórrogas y repactaciones de deudas y líneas de capital de trabajo, entre otras demandas, para hacer frente a lo que calificó como “el año más difícil para la agroindustria”.

Desde el Ejecutivo afirmaron que, por el momento, no se deberían registrar aumentos de precios en frutas, salvo por razones de estacionalidad, como es el caso de frutillas y frambuesas y algunos cítricos.

Diferente pronóstico tuvo la SNA, que adelantó aumentos leves en los frutos de carozo y hortalizas.