Ante las críticas desde la UDI a la decisión presidencial del cierre del Penal Cordillera, el ministro del Interior las redujo a opiniones “personales”. Desde la oposición el emplazamiento al próximo Gobierno será repetir la iniciativa, esta vez con Punta Peuco.

La controversia por el cierre del penal Cordillera recién comienza, luego del anuncio presidencial que dictó orden a Gendarmería para el traslado de los internos condenados por violaciones a los derechos humanos hacia Punta Peuco.

El primer desacuerdo lo manifestó el diputado Jorge Ulloa, de la UDI, quien recibió respuesta del ministro del Interior Andrés Chadwick, que redujo a una opinión ésta oposición y la consideró una “diferencia”.

Ante el parecer de Jorge Ulloa, y en el marco de su amistad con Manuel Contreras, que el mismo ex director de la DINA dejó en evidencia; el senador de oposición Alejandro Navarro, tuvo diagnóstico personal.

En tanto desde la UDI, el senador Víctor Pérez, llamó a no olvidar el motivo de la creación de estos penales, dejando entrever una crítica a la decisión gubernamental que no quiso explicitar.

“Si ahora se busca que sólo tengan privilegios los que asesinaron a militares y carabineros bueno, forma parte del contexto histórico que se está viviendo. Lo importante es que todos estuvimos de acuerdo cuando se crearon estos penales”, indicó el parlamentario.

Navarro llamó a dotar de condiciones dignas para los penales públicos que debieran acoger a los violadores de los derechos humanos, y decretarse así ahora el cierre de Punta Peuco, tarea que dejó de desafío para el nuevo gobierno y su apuesta por Michelle Bachelet, como cabeza de éste.

Un recurso de protección deja en incógnita el desenlace de la definición gubernamental, pero que de igual manera abrió el debate al interior del mismo oficialismo fraccionador sobre todo en la UDI.