La justicia investigará el colapso de un relave minero que terminó con la vida de una familia en la región del Maule, tras el terremoto de febrero de 2010.

El agricultor Henry Jurgens Muzard se mostró esperanzado en que se realice justicia luego que el Juzgado de Garantía de Talca programara una audiencia para el 8 de julio próximo, donde la Fiscalía de Talca presentará cargos criminales por el fatal colapso de un relave minero en la comuna de Pencahue.

El hecho ocurrió durante el terremoto del 27 de febrero de 2010, cuando murió una familia aplastada por el alud de residuos tóxicos, quienes cuidaban el predio del agricultor.

El terreno que se desprendió por el colapso del relave dejó bajo el lodo una vivienda donde vivía una familia compuesta por Alejandro Gálvez Caroca de 49 años, su mujer María Angélica Chamorro de 42, y sus hijas María Angélica (8) e Isabel (4), los que fallecieron en el lugar.

Según familiares de las víctimas, a comienzos de 2010 se comenzaron a realizar labores de exploración en el relave sin que hayan sido autorizados por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), actividad que generó el riesgo de derrumbe de la estructura del tranque.

El caso criminal, caratulado como cuasidelito de homicidio, llevará ante la justicia a ocho imputados, entre ellos, cuatro funcionarios del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), según señaló el dueño del terreno, Henry Jurgens.

A la lista de acusados se suman otros cuatro empleados y altos ejecutivos de la ex minera Las Palmas, dueña del terreno donde se realizaban las faenas de extracción de oro. Dicho grupo de imputados está liderado por el conocido empresario ligado a empresas mineras, Francisco Javier Errázuriz Ovalle.