La dos principales represas que abastecen de agua a más de un millón de habitantes de la capital de Honduras se encuentran en un nivel crítico tras una sequía que se extiende desde hace ocho meses, informaron este miércoles fuentes oficiales.

Los Laureles, situada al sur de la capital, con capacidad para almacenar 10,5 millones de m3 de agua, apenas tiene 2,5 millones de m3, mientras que La Concepción, localizada al suroeste, que almacena 33 millones de m3, se vació en un 60%, reconoció el portavoz de la empresa estatal del agua, German Aragon.

La fuente detalló que el estatal Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) abastece a 130.000 familias que representan una población de 650.000 habitantes, más otras 350.000 que son abastecidas a través de juntas de agua organizadas en algunos de los 500 barrios y colonias en la accidentada topografía de la capital.

Vehículos cisternas del SANAA y propietarios privados que suben por polvorientas calles de las barriadas de zonas altas, hasta donde no llegan las tuberías del SANAA, llevan el servicio a otras 250.000 personas, que tienen que almacenar el líquido en pilas y barriles plásticos, según Aragón.

El funcionario indicó que la merma de agua en las represas obliga cada año a racionar el servicio un día de por medio en algunas zonas y cada dos días en otras, para tratar de mantener las reservas hasta que llegue la temporada de lluvias.

“Por suerte para esta semana se pronostican las primeras lluvias” de la temporada de invierno que se prolongará hasta fines de noviembre o principios de diciembre, “porque no tenemos lluvias desde octubre” pasado, afirmó.

“Es decir, no hemos tenido lluvias durante ocho meses, salvo el 2 de mayo que llovió pero solo dos horas, por eso están las represas en esos niveles”, se lamentó el funcionario.