La Iglesia de Inglaterra anunció el viernes el levantamiento de la prohibición que impedía hasta ahora que los clérigos homosexuales en uniones civiles fueran ordenados obispos, siempre y cuando se atengan a la promesa de castidad.

El Colegio de Obispos de la iglesia madre de la Comunión Anglicana consideró que “los clérigos en uniones civiles y que vivan en conformidad con la enseñanza de la Iglesia en materia de sexualidad humana pueden ser considerados candidatos al episcopado”, precisó en un comunicado.

Aprobada en diciembre pasado, la decisión, que sólo afecta a los hombres puesto que las mujeres tienen por el momento totalmente vedado el acceso al episcopado, entró en vigor inmediatamente, precisó posteriormente un portavoz.

Pero esto no significa forzosamente que vaya a producirse un nombramiento en los próximos meses.

Desde 2005, año en que se legalizaron las uniones civiles, que en el Reino Unido Unido están reservadas exclusivamente a los homosexuales, los hombres y las mujeres que las contrajeron pueden acceder al sacerdocio en la Iglesia de Inglaterra, siempre y cuando se comprometan a respetar la abstinencia.

Sin embargo, la ordenación episcopal de hombres homosexuales en este tipo de uniones y de mujeres en general provoca divisiones más profundas, como ilustran las reacciones al anuncio de este viernes.

Peter Thatchell, un conocido activista homosexual, acogió la medida como “un paso bienvenido hacia una mayor igualdad dentro de la Iglesia”. Pero, agregó, “la restricción de que sólo pueden ser nombrados si se mantienen célibes es todavía una discriminación”.

El reverendo Rod Thomas, portavoz del grupo evangelista Reform, la consideró por su parte una “evolución preocupante” y estimó “inaplicable” la obligación de castidad.

La Iglesia de Inglaterra se vio obligada a clarificar su posición sobre la ordenación de obispos gay después de que Jeffrey John, el clérigo abiertamente homosexual de mayor rango, fuera forzado a renunciar en 2003 al obispado de Reading.

John, deán de la catedral de St Albans, contrajo una unión civil con otro sacerdote en 2006 y aseguró al mismo tiempo que vivía en “celibato” (término que para la Iglesia es sinónimo de castidad). La Iglesia bloqueó posteriormente en 2010 su candidatura a obispo de la diócesis londinense de Southwark.

La decisión sobre los obispos homosexuales en uniones civiles se produce menos de dos meses después de que el Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra rechazara la ordenación episcopal femenina.

La Iglesia de Inglaterra nació en 1534 de la ruptura con Roma y el catolicismo en 1534, después de que el el papa Clemente VII rehusara acordar un divorcio a Enrique VIII, y casi desde sus orígenes permite a su clero elegir libremente entre el celibato o el matrimonio.