Para algunos la historia del piloto argentino Gustavo Bassi puede llegar a parecer o catalogarse de tragicómica, pero sin lugar a dudas es de aquellas en donde queda demostrado que si uno lucha se puede sobreponer a cualquier obstáculo para luchar por sus sueños, y precisamente el trasandino está pronto a cumplirlo.

Vivió un 2012 nefasto, deportiva y personalmente, con una tragedia tras otra ‘apoderándose’ de su vida, sin embargo, pese a todo y en vez de amargarse o hacerle el quite a los problemas, los enfrentó, se sobrepuso y está pronto a participar de su segundo Dakar, cuando el 5 de enero largue en Lima, Perú, con destino Santiago.

En la edición anterior, Gustavo Bassi debutaba en la categoría de motos en el rally-raid más duro y complejo del mundo, una travesía que no comenzó del todo bien, ya que en la primera etapa tuvo que soportar la muerte de su amigo y colega, Jorge Martínez.

Con dolor, continuó en competencia con la idea de culminar el recorrido, sin embargo, el destino quiso otra cosa y en la quinta etapa un desperfecto mecánico terminó incendiado su motocicleta, la que se calcinó por completo.

Para peor, en el pueblo donde vive, Pergamino, Argentina, le pidieron restos de la moto para exhibirlos, pero como la moto se quemó por completo, no se pudo concretar.

Para peor, en julio de 2012 una pulmonía acabó con la vida del padre de Gustavo Bassi, otro duro golpe en lo que parecía un año de terror.

Pero no sería todo. En su vivienda, fue víctima de un violento asalto que terminó en un tiroteo en su contra, recibiendo 3 balas, una de las cuales quedó en su cadera.

Pese a todo, logró recuperarse y comenzar su preparación para participar de su segundo Dakar, incursión a modo de homenaje para su padre, según declaró en canchallena.com

“La vida nos va poniendo obstáculos en el camino y el gran desafío es poder asimilarlos como experiencias. El gran objetivo será poder transformar toda esa carga emocional de este año en energía y templeza para empezar este desafío en Lima”, sentenció el trasandino, que espera cumplir su sueño y terminar el Dakar 2013, sin importa la posición.