Humberto Moreira, quien dirigió en 2011 el partido que gobierna actualmente a México (PRI), confirmó el martes a la AFP que acusó al ex presidente Felipe Calderón ante la Corte Penal Internacional de La Haya por considerarlo un “criminal de guerra” que impuso “un estado de excepción” en el país.

Con esta iniciativa judicial “busco sea castigado el ahora expresidente Calderón”, dijo Moreira a la AFP, confirmando versiones de la prensa local.

Moreira, quien de marzo a diciembre de 2011 estuvo al frente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que justamente regresó a la presidencia de México este año tras haber gobernado de 1929 a 2000, añadió que considera a Calderón “un criminal de guerra”.

El texto acusatorio que Moreira asegura haber enviado a la fiscal Fatou Bensouda en La Haya, y del cual la AFP se procuró una copia, está fechado el 28 de noviembre, cuando aún fungía como presidente Calderón, quien en 2006 lanzó una lucha militarizada contra los cárteles de la droga que deja al menos 60.000 muertos hasta el presente, según organizaciones de derechos humanos.

Miembro del conservador Partido Acción Nacional (PAN), Calderón (2006-2012) impuso “un Estado de excepción en el que, lejos de proteger a la población civil en las operaciones militares, como lo prescriben los tratados de Ginebra, las Fuerzas Armadas sistemáticamente han venido atentando contra la vida y la integridad corporal de las personas” ajenas al crimen organizado, denunció Moreira.

“Mi hijo murió por culpa de la loca guerra del irresponsable presidente Calderón. Como mi hijo, murieron miles” de personas, comentó a la AFP el también exgobernador de Coahuila (norte), haciendo referencia al asesinato de su hijo José Eduardo Moreira en octubre pasado, presuntamente por el cártel de Los Zetas.

El PAN reprobó a través de un comunicado las acusaciones de Moreira, calificándolas de “inadmisibles, falsas y sin sustento”, y acotó que “durante la administración de Moreira como gobernador de Coahuila se registraron altos índices de criminalidad”.

Moreira renunció a la presidencia del PRI por acusaciones de corrupción y colosales deudas durante su gobierno en Coahuila.

Esa localidad, fronteriza con Estados Unidos, se convirtió durante los gobiernos de Humberto Moreira y de su hermano Rubén, actual gobernador, en el territorio en el que el cártel Los Zetas estableció varios campos de adiestramiento, con un importante incremento del secuestro y al menos 1.600 personas desaparecidas.