El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró el estado de catástrofe en todo el estado de Nueva York tras el pasaje de la megatormenta Sandy, lo que permite liberar fondos federales para ayudar a las víctimas.

La declaración tuvo lugar después de que la tormenta golpeara la costa este del país, inundara las partes bajas de Manhattan y dejara medio millón de personas sin electricidad en la ciudad de Nueva York.

Esta decisión “hace que estén disponibles fondos federales para las personas afectadas en los condados de Bronx, Kings, Nassau, Nueva York, Richmond, Suffolk y Queens”, precisa la Casa Blanca en un comunicado.

El estado de catástrofe también fue decretado en Nueva Jersey.

Ese estatuto puede traducirse particularmente en ayudas para alojamiento temporario y reparaciones, precisa el texto.

En el estado de Nueva York 1,5 millones de personas se quedaron sin electricidad y al menos cinco murieron a causa de Sandy, entre ellas un hombre de 30 años, tras la caída de un árbol en Queens.

Siete túneles del metro neoyorquino quedaron inundados a causa de la elevación de las aguas provocada por el ciclón. Los cortes de electricidad dejaron a oscuras a la mitad sur de Manhattan.

A media mañana Sandy ya se había degradado a tormenta tropical y la velocidad de sus vientos había caído a 105 km/h a medida que se desplazaba tierra adentro. El ojo de Sandy se encontraba a las 09H00 GMT a 145 km al oeste de Philadelphia (Pensilvania), según el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.