El primer ministro británico, David Cameron, ofreció el miércoles una disculpa a las familias de los 96 aficionados del Liverpool que murieron en la tragedia del estadio inglés de Hillsborough durante un partido de fútbol el 15 de abril de 1989.

En un discurso en la Cámara de los Comunes tras recibir un informe elaborado a partir de miles de documentos oficiales sobre el desastre ocurrido en la cancha de Sheffield (norte de Inglaterra), Cameron dijo que estas personas fueron víctimas de una “doble injusticia”.

Sufrieron “el fracaso del Estado para proteger a sus seres queridos y la espera indefendible para obtener la verdad” y “la denigración de los fallecidos” a quienes se trató de responsabilizar de la tragedia.

“Con el peso de las nuevas pruebas en este informe, es apropiado que hoy, como primer ministro ofrezca una disculpa apropiada a las familias de los 96 por todo lo que padecieron en los últimos 23 años”, dijo insistiendo tras la tradicional sesión semanal de preguntas al primer ministro.

“En nombre del Gobierno, y de nuestro país, lamento profundamente que esta doble injusticia se haya mantenido sin corregir durante tanto tiempo”, agregó.

Los aficionados del Liverpool fallecieron a causa de una avalancha humana en las vetustas gradas del estadio de Sheffield durante un partido de semifinales de la Copa de Inglaterra entre el Liverpool y el Nottingham Forest.

Veintitrés años después, una comisión independiente presidida por el obispo de Liverpool, James Jones, presentó a los familiares de los fallecidos un informe basado en más de 400.000 páginas de documentos confidenciales procedentes de 80 organismos públicos, incluido el gobierno y la policía, sobre uno de los peores desastres de la historia del deporte británico.

“Los documentos divulgados a este panel y analizados por él muestran que la tragedia nunca debería haber ocurrido”, indicó Jones en un acto organizado en la catedral de Liverpool.

“Hubo claros fallos operativos en respuesta a la tragedia y después hubo vigorosos intentos para desviar la responsabilidad hacia los aficionados”, agregó.

La comisión independiente presidida por un juez que investigó el caso concluyó en 1990 que la tragedia fue accidental, aunque hubo “fallos en el control policial” de acceso al estadio.

Desde entonces las familias de las víctimas reclaman acciones contra los responsables.

El desastre fue causado al parecer por el ingreso de muchos más espectadores de lo previsto en la tribuna que estaba reservada para los seguidores del Liverpool, después de que la policía les abriera una salida para facilitar el acceso de los espectadores antes del inicio del partido.

Muchos aficionados se precipitaron entonces hacia una tribuna ya casi llena, lo que provocó la mortífera avalancha hacia las vallas de seguridad. Además, la policía trató de impedir que algunos espectadores se escaparan por la parte delantera, creyendo que lo que querían era invadir la cancha.

Los documentos publicados por una petición popular antes del plazo de 30 años previsto por la ley, muestran que “se llevaron a cabo enmiendas sustanciales” a algunas declaraciones policiales.

Según la comisión, 116 declaraciones policiales habían sido “enmendadas para eliminar o alterar comentarios que no eran favorables a la policía” de South Yorkshire, responsable de la ciudad de Sheffield.

El informe debe ser ahora examinado por el Attorney General, principal asesor legal del gobierno, para que determine si hay que pedir al Tribunal Superior que anule la investigación anterior y encargar una nueva.

Así lo informaba la BBC: