Brasil se impuso este martes a Rusia en un clásico del vóleibol masculino en los Juegos Olímpicos de Londres-2012 que resolvió en sets corridos y que disipa cualquier duda sobre su condición de favorito a la medalla de oro.

Los dirigidos por el entrenador Bernardinho Rezende cerraron el marcador con parciales de 25-21, 25-23 y 25-21 en una hora y 23 minutos de partido.

“Fuimos constantes, aguantamos presión. El entrenamiento fue importante. Ahora hay que jugar en este nivel siempre”, dijo el técnico a periodistas.

Con este resultado, Brasil, campeón de Atenas-2004, suma dos victorias y pasa a liderar el grupo B del torneo olímpico junto a Estados Unidos, su próximo rival, en la reedición de la final de cuatro años atrás, en la que los norteamericanos se quedaron con la dorada.

La derrota para Rusia preocupa, pero el daño puede ser resarcido en la próxima jornada cuando enfrente a Túnez, que no debe darle problemas.

El clásico se jugó muy parejo, punto a punto, con ambos equipos dejándolo todo en la cancha con jugadas espectaculares, rápidas y de muchas fuerza.

“Iniciamos, ahora sí, bien la fase de grupos, pero cabeza en su lugar. Fue un juego, ahora pensar en Estados Unidos”, comentó por su parte el puntero Murillo, que terminó con 13 puntos, el máximo anotador del equipo.

La tribuna era de Brasil. El público –con caras pintadas, sombreros y ondeando banderas auriverdes– cantaba el tradicional “soy brasileño, con mucho orgullo, con mucho amor” y aplaudió con fervor cada remate de Murillo, Dante o Lucas, y cada buena colocación del levantador Bruninho, brillante en la creación de oportunidades, y asistido por su suplente, Ricardinho.

El equipo llegó motivado, organizado y constante, demostrando por qué es la primera selección del mundo. Fue la noche de los chicos de Bernardinho.

Si el primer set fue cerrado, en el segundo lograron abrir más la ventaja, hasta por más de cinco puntos. Y cada vez que apretaban los rivales, rápidamente se reorganizaban en la cancha y resolvían el punto con un empujón a la pelota, como hizo Amaral en el 16-10 del segundo o Bruninho 18-17 del primero.

Rusia, segunda colocada en el ranking mundial, arrancó el segundo set desconcentrada y nerviosa. Pero rápidamente se reactivó y presionó en el segundo set con la fuerza que le caracteriza y con el opuesto Maxim Mikhaylov afilado. De hecho, la manga terminó con una diferencia menor al primero (dos puntos).

Una pelota contra la malla de Khtey dio el set point en el segundo a Brasil y un tiro largo de Muserskiy decidió la manga. Todo estaba a favor de la ‘canarinha’ del vóley.

En el tercer set, Brasil perdió un poco el foco y comenzó a cometer errores seguidos, que hasta entonces no se habían presentado, cediendo por momentos el marcador a los contrarios. Pero el juego nunca perdió la calidad de un clásico de selecciones, con puntos fuertemente disputados y jugadas de espectáculo.

Con 19-17, Bernardinho optó por el veterano levantador Ricardinho, que resolvió con Sidnei dos Santos el empate y retomar la ventaja.

Las caras de los jugadores rusos y hasta del entrenador eran de resignación y terminó con Berzhko en el suelo intentando salvar un remate potente de Murillo.

En sus respectivos debuts, ambos equipos vencieron con contundencia y en sets corridos. Brasil a Túnez y Rusia a Alemania. Pero el encuentro entre ambas fue el verdadero termómetro del futuro del podio.

Los brasileños llegaron a Londres sin el favoritismo de otras ediciones por su mal desempeño en la Liga Mundial, en la que se ubicó sexto, su peor resultado en la historia.

Pero con el juego de este martes ratificó a Brasil firme en el cuadro de favoritos al oro olímpico en Londres.