Frente a los últimos hechos ocurridos en el sector de Pidima, Erich Baumann Frindt, gobernador de Malleco, reiteró su “absoluto rechazo y repudio en contra de quienes, resulten responsables por tan cobardes ataques, que han afectado a una familia” en dicha localidad.

“Son delincuentes comunes, cobardes, que no han respetado a los niños y han sido capaces de sacar a balazos desde su hogar, a dos personas de la tercera edad. Personas de bien, pacíficas y que además, su jefe de hogar es minusválido. Quemaron sin piedad, sin la más mínima señal de humanidad, la casa de este matrimonio que por años les costó forjar”, indicó la autoridad.

“La indolencia que presentan estos delincuentes raya en el desquicio total. Este ataque artero, efectuado por cobardes, se reduce a un pequeño número, que no merecen ser llamados mapuche, muy por el contrario”, recalcó.

El jefe de hogar afectado, Dionisio Torres Ríos, relató que “yo no pensaba que éstos le iban a allegar fuego a la casa, cuando la vi arde mi casa me dije ya, pero ahora me siento mal, justo iba yo con una carretilla de leña, cuando llegan corriendo a la puerta y me pararon, entraron todos, nos sacaron y quedó uno apuntándonos con la escopeta y yo que no aguanto mucho de pie, querían que nos sentáramos en el suelo y ¿cómo me iba a sentar yo con mi pierna tiesa?”.

En tanto, su esposa, Dominga Mella Oliva, aseguró que “lo único que le pido a las autoridades, es que no nos dejen solos, que nos saquen de aquí, somos minusválidos”.

Mientras que un hijo de la pareja, Juan Torres, sostuvo que “es un panorama desolador, todo lo que había sido su vida de sacrificios en fracción de segundo no queda nada, mis padres son personas de la tercer edad, minusválidas, que dependen de un bastón para poderse desplazar. Es algo desgarrador, mi hermana tuvo que vivir momentos horribles, los torturaron frente a su casa, obligándolos a ver cómo la quemaban”, contó.

Por su parte, la hija, Cecilia Torres relató que sintió “mucho susto, miedo, terror, el fuego estaba encima de nosotros, nos hicieron ver cómo se quemaba la casa entera, apuntándonos siempre con la escopeta, después me sacaron para el auto querían bencina, me toquetearon por todos lados”.