El jardín infantil “El Botecito” de Lenga reabrió sus puertas luego de estar cerrado por una plaga de roedores. La directora de la Junji aseguró que los pequeños no corren peligro.

Ratones en la sala y los alrededores era el panorama en el jardín infantil, lo que derivó en el cierre del recinto.

Esta historia comienza a quedar en el pasado luego de protestas de apoderados, de la inspección de funcionarios de la Seremi de Salud y de más de un mes de espera. Ahora el recinto reabrió sus puertas y los 21 niños regresaron a clases.

La Junji fue la encargada de desratizar el lugar y una nueva fiscalización sanitaria permitió abrir las puertas del establecimiento. La directora del organismo, Patricia Escobar, indicó que el jardín está en óptimas condiciones para recibir a los menores.

No se han registrado nuevos casos como el de este jardín, donde ahora sus funcionarios y apoderados trabajan para que el problema no se vuelva a repetir.