Este sábado el Vaticano confirmó oficialmente la detención y la identidad del mayordomo del papa Beneficto XVI, uno de los presuntos autores de la filtración de documentos confidenciales, afirmando que sigue encarcelado.

“Confirmo que la persona detenida el miércoles por posesión ilegal de documentos confidenciales, hallados en su domicilio en territorio del Vaticano, es Paolo Gabriele”, indicó un comunicado el director de la sala de prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi.

Gabriele tiene “todas las garantías jurídicas previstas en el código penal y de procedimiento en vigor en el Estado y la Ciudad del Vaticano”, prosigue el texto.

Ya desde el viernes, los medios italianos identificaron al mayordomo del Papa, autor de filtraciones que pusieron en graves aprietos al Vaticano y a la jerarquía católica.

El acusado era uno de los pocos laicos con acceso al apartamento privado de Benedicto XVI y fue designado mayordomo en el año 2006, cuando reemplazó al ex mayordomo de Juan Pablo II, Angelo Gugel.

Recordemos además que en enero pasado documentos confidenciales divulgados por la prensa italiana confirmaron las luchas internas para el cumplimiento de las normas sobre la transparencia.

Junto con esto existe el antecedente de que hace un mes Benedicto XVI creó una comisión formada por los cardenales Julián Herranz, Josef Tomko y Salvatore De Giorgi, para investigar la fuga repetida de documentos internos.

Lo anterior responde principalmente a la publicación de una serie de cartas confidenciales dirigidas al papa Benedicto XVI sobre temas delicados, como las intrigas del Vaticano o los escándalos sexuales del cura mexicano Marcial Maciel.

Dichas cartas fueron dadas a conocer en un libro titulado “Su santidad, las cartas secretas de Benedicto XVI”, publicación que generó desconcierto y molestia en la Santa Sede.

El autor del polémico texto, Gianluigi Nuzzi, indicó que en los documentos revelados “emergen los enfrentamientos secretos y las trampas a todo nivel” que cunden en los palacios apostólicos.

Se trata de la más comprometedora filtración de documentos en la historia reciente del Vaticano, que por ello anunció acciones legales contra lo que calificó de “crimen”.