Las autoridades italianas que investigan el atentado el sábado contra un colegio de Brindisi (sur), que mató a una adolescente de 16 años y provocó viva indignación en todo el país, descartaron el domingo la pista mafiosa y lo atribuyen al “acto de un desequilibrado”.

“Se trata de un gesto aislado, no necesariamente de un acto terrorista”, afirmó el domingo durante una conferencia de prensa el fiscal de Brindisi (sur), Marco Di Napoli.

“Podría ser el gesto de un persona en guerra con el mundo, o con problemas psicológicos”, añadió el fiscal, tras reconocer que de todos modos “todas las pistas siguen abiertas”.

Veinticuatro horas después del atentado, los investigadores tienden a descartar la pista mafiosa: “Es poco probable que haya sido la mafia”, aseguró Di Napoli.

“No se puede excluir nada, pero lo más probable es que se trate de un acto individual y aislado”, precisó.

Según el fiscal, la policía elaboró un retrato-robot del autor, que aparece en las grabaciones de las cámaras de vigilancia instaladas cerca del liceo, en las que se capta a un hombre “adulto” mientras se dispone a hacer explotar la bomba.

“Son imágenes terribles”, comentó el fiscal, quien precisó que “no se trata de un extranjero”.

Dos personas han sido interrogadas por la policía de Brindisi en el marco de las investigaciones por el atentado, según fuentes de prensa local.

El atentado, realizado con un artefacto casero compuesto de tres bombonas de gas conectadas entre ellas y ocultadas en mochilas colocadas junto al liceo profesional, aún no ha sido reivindicado.

La explosión se produjo el sábado hacia las 07H45 (05H45 GMT), cuando los alumnos entraban en el liceo profesional Morvillo-Falcone, que lleva el nombre de la esposa del juez antimafia Giovanni Falcone, Francesca Morvillo-Falcone, los dos asesinados hace veinte años en un atentado de la mafia siciliana.

Según la página de noticias internet Brindisireport, uno de los dos interrogados es un exmilitar con conocimientos en electrónica y con parientes con una tienda de distribución de bombonas de gas para uso doméstico.

El atentado, inédito en Italia dado el blanco elegido, provocó una viva indignación en todo el país, que se expresó en numerosas manifestaciones en ciudades como Roma, Nápoles, Milán y Bolonia.

La explosión mató en el acto a Melissa Bassi, de 16 años, y dejó gravemente herida a una compañera de la misma edad.

Cuatro chicas se encuentran hospitalizadas y han sido operadas por las graves quemaduras en todo el cuerpo.

Para el fiscal, el autor o los autores, conocían la escuela, sus horarios, son expertos en “electrónica” y tenían la voluntad de “provocar una masacre”.

Cientos de personas se conglomeraron el domingo frente al instituto para depositar flores y tarjetas, y rendir homenaje a las víctimas del primer atentado en Italia contra una escuela pública, a la que suelen asistir estudiantes de todas las condiciones sociales.

“Esto es inaceptable, el país debe revelarse”, comentó sorprendido el rector, Angelo Rampino.

En un primer momento, la hipótesis barajada fue la pista mafiosa, dado el nombre del liceo y debido a que una “caravana de la legalidad” debía pasar por Brindisi este fin de semana para celebrar el aniversario de la muerte de Falcone, juez emblema de la lucha contra la mafia.

“La Sacra Corona Unita, la mafia de Apulia, está muy golpeada, no creo que sea capaz de organizar algo parecido”, comentó el jefe de la división local antimafia, Cataldo Motta.

Además, el hecho de que la mafia no haya atentado nunca contra escuelas, y sus artefactos los realicen con dinamita, condujeron a los investigadores hacia otras pistas.

Algunos editorialistas mencionaron el temor de que regresen los llamados “años de plomo”, iniciados hace cuatro décadas, un periodo en el que el terrorismo de izquierda y de derecha ensangrentó la península, dejando un saldo de 415 muertos en 15.000 atentados entre 1969 y 1988.

Una serie de episodios recientes han causado preocupación en el país por lo que el pasado jueves el gobierno decidió reforzar los dispositivos de seguridad para más de 14.000 posibles objetivos terroristas, tras el atentado en Génova el pasado 7 de mayo contra un directivo del grupo Ansaldo Nucleare, especializado en energía nuclear.

Ese atentado fue reivindicado por un grupo anarquista, que ha amenazado con nuevas acciones.