En otoño de 2011, el inglés William Lindesay lideró una expedición que permitió hallar una sección “perdida” de la Gran Muralla China, la cual se mantuvo oculta por al menos mil años. Ésta, no obstante, es el primer tramo en ubicarse más allá de la frontera del país asiático, específicamente en el Desierto de Gobi en Mongolia.

De acuerdo a ABC.es, la parte de la Gran Muralla hallada por Lindesay y un equipo de investigadores fue mostrada por última vez en un atlas que data del siglo XII, junto a las batallas de Genghis Khan.

Sobre ésta, se señaló que se extiende por cerca de 100 kilómetros y que en algunas zonas alcanza los 2,75 metros.

En este contexto el británico señaló que “El descubrimiento se produjo durante el segundo día de expedición (…) Encontramos un pequeño muro, de poca altura, pero al seguirlo durante diez minutos llegamos a un lugar en el que se veía un fragmento maravilloso, cuya altura se prolongaba por encima de mis hombros y que abarcaba cientos de metros”.

Por último, cabe indicar que el investigador también se basó en Google Earth para complementar sus datos en terreno, ya que con esta herramienta fue capaz de divisar varias estructuras del desierto.

Parte de la muralla recientemente descubierta | Lindesay

Parte de la muralla recientemente descubierta | Lindesay