Miles de personas, monjes y laicos, desafiaron el sábado a las fuerzas del orden y se reunieron en el lugar donde ocurrió una nueva inmolación de un tibetano, en el oeste de China, señaló este domingo una organización no gubernamental.

Dargye Sonam, de 43 años, se convirtió en una antorcha humana en Tongren, en la provincia china de Qinghai, vecina de la región autónoma del Tíbet y que cuenta con una importante población tibetana.

Se trata de la tercera inmolación de un tibetano en cuatro días en China.

Miles de tibetanos acudieron a Tongren, tras la muerte de Dargye, un agricultor, padre de tres hijos, según la organización Free Tibet. Fuerza de la policía, armados, se desplegaron antes de retirarse.

Según la ONG, Sonam Dargye era amigo de Jamyang Palden, un monje que se inmoló en Tongren el miércoles, en el aniversario de los sangrientos disturbios de Lhasa, en 2008, que se extendió a otras ciudades de la meseta tibetana.

La ONG Tibetan Centre for Human Rights and Democracy confirmó la inmolación de Dargye, “en señal de protesta contra el gobierno chino”.

Contactados por la AFP, el gobierno y la policía de la prefectura de Huangnan, de la que depende Tongren, así como propietarios de restaurantes, gerentes de hoteles y centros de arte den la ciudad se negaron a hablar.

El propietario de un restaurante, dijo que las comunicaciones eran escuchadas y que no era “apropiado” hablar.

Alrededor de 30 tibetanos, en su mayoría monjes budistas, se inmolaron con fuego, o trataron de hacerlo, desde principios de marzo de 2011 en las áreas tibetanas de China.